En ese empeño, Raúl Fornés Valenciano, vice presidente primero del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), llamó a recuperar esos campos, muchos de ellos subutilizados o desatendidos, en aras de multiplicar en las comunidades la práctica del Béisbol en los niños y de esta manera fortalecer la base para crecer de forma masiva y sólida en un deporte declarado recientemente Patrimonio Cultural de la Nación Cubana.
Según trascendió en el Balance del Cumplimiento de la Estrategia para el Desarrollo del Béisbol realizado en Ciego de Ávila, es necesario fomentar la práctica sistemática de ese deporte en todas las comunidades y asentamientos poblacionales, en aras de que el 15 % de la matricula que ingrese a los centros provinciales sea el resultado del trabajo de búsqueda y captación de talentos.
En la provincia, por ejemplo, existen 12 estadios «beisbolito» en nueve de los 10 municipios (menos en Florencia) y siete se encuentran en regular o mal estado.
Dijo Miranda Yero que los «beisbolitos» constituyen el primer eslabón donde los infantes se vinculan con ese deporte, desarrollan las manifestaciones motrices y fortalecen los valores y las actitudes como elementos de la personalidad.