La entidad deportiva dijo a Invasor que el Grupo Temporal de Trabajo para el enfrentamiento a la Covid, autorizó utilizar el 50 por ciento de la capacidad del estadio y ya se trabaja en el marcaje en todo el graderío.
También se conoció que el costo de las entradas será de cinco pesos para los mayores y la mitad del mismo para los menores.
Pero más allá de las recomendaciones, bien vale que tanto el público, como los encargados de mantener la disciplina en las instalaciones beisboleras, interioricen en la importancia de cumplir y hacer cumplir lo que se estipule.
Poco ayudaría si los espectadores, y los que deben hacer valer las orientaciones, no cooperan en una tarea en la que está en juego más que un partido de pelota.
Estamos justo en el momento en que matemáticos y epidemiólogos cubanos han valorado que Cuba podría estar entrando en el pico de la actual ola de contagios de la COVID-19, pero esto no quiere decir que la batalla ya esté ganada.
Es verdad que los cubanos ya pedíamos volver a disfrutar de nuestro principal pasatiempo nacional, pero también lo es que debe haber una gran dosis de responsabilidad en los asistentes a cada uno de los partidos. Aplaudamos porque ganen Los Tigres, pero esta vez debemos estar conscientes de que no podemos perder nosotros.
Para salir victoriosos en este, “nuestro juego de pelota”, no es necesario disparar grandes batazos ni ser un fenómeno en el montículo con lanzamientos de 100 millas, basta solo con mantener la prudencial distancia y que las emociones, propias de este deporte, no permitan bajar la guardia ante un “bichito” siempre presto para el zarpazo.