Más de 117 000 avileños tienen aplicada al menos una dosis de la vacuna anti-COVID-19 Abdala, lo que representa el 27 por ciento de la población de la provincia.

Mientras el municipio de Morón transita por la administración de la segunda dosis, en la localidad cabecera continúa la primera fase en los 126 centros que asumen el proceso.

De acuerdo con los estudios realizados previamente, en ambos territorios quedarán inmunizados unos 150 000 sujetos mayores de 19 años, con excepción de los contactos de casos positivos a la COVID-19, sospechosos, embarazadas, las madres en período de lactancia, los alérgicos al tiomersal y aquellos pacientes con enfermedades crónicas descompensadas.

En el aseguramiento y la certificación de los vacunatorios sobresalió el trabajo multisectorial, que unió, además de al personal de Salud, a trabajadores de otros sectores como Educación, organizaciones de masas y demás factores de la comunidad.

Destacan en la ciudad capital los proyectos de desarrollo local, con la entrega de 19 neveras a los consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia, para garantizar la refrigeración del inmunógeno.

Estos proyectos apoyaron el proceso de intervención con otros insumos como pinturas y luminarias, además de realizar tareas de reparación en varios de los centros.

Álida López, ya jubilada, declaró a la Agencia Cubana de Noticas horas después de recibir la dosis de Abdala, que no sintió ninguna reacción adversa y ahora extrema las medidas preventivas que le permitan llegar a las próximas etapas sin haber contraído el virus.

El resto de los municipios también avanza en el alistamiento y la certificación de los centros de vacunación, para cuando se decida el comienzo de esta acción.

Ciego de Ávila muestra hoy uno de los escenarios epidemiológicos más complejos de Cuba a causa de la alta cifra de enfermos, que registró en la última jornada un récord de 909 casos.