La inmunización en tiempos de Delta

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La inmunización en tiempos de Delta

Los títulos de anticuerpos están próximos a accionar en los primeros inoculados en el municipio de Morón con la vacuna antiCovid-19 Abdala. Expertos afirman que la efectividad del inmunógeno comienza a partir de los 15 días de recibida la tercera dosis.

 

A estas alturas del “campeonato”, los moronenses estarían en mejores condiciones para enfrentar las complejidades epidemiológicas, pero la irrupción de la variante Delta del virus del SARS-CoV-2 y su elevada transmisión, han limitado a muchos ciudadanos de la posibilidad de inmunizarse o concluir con el esquema de vacunación. Así, para no pocas personas, el sueño con Abdala se diluye y transforma en la esperanza de recibir, al término de dos meses de convalecencia, la monodosis de Soberana Plus.

El escenario epidemiológico imperante en el territorio avileño y la fatal coincidencia con el proceso de intervención sanitaria reduce, además, las posibilidades de actuación de Abdala, vacuna con probada eficacia en la reducción de los estados de gravedad y críticos, los fallecimientos y los contagios.

La elevada transmisión de la enfermedad y la aparición de la variante Delta se presentan como inconvenientes para el logro de la inmunidad de rebaño o colectiva, al menos en el plazo de que se previó. Esa mutación del SARS-CoV-2, según criterios de expertos de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América, impone modificaciones en este proceso, indispensable  para frenar el avance de la pandemia: para el virus originario se estimaba el 70% de la población, en tanto, con Delta, los cálculos están en 90%.

“Es una labor compleja, basada en evidencias del control de enfermedades como el sarampión, la difteria y la viruela, que fueron erradicadas al lograr un número elevado de individuos inmunes, mecanismo eficaz para evitar la propagación.

“Si solo se infecta una cifra mínima de personas, el virus o agente infeccioso tendrá que desaparecer, con lo cual también se evitan las mutaciones y aparición de nuevas variantes”, explicó la Doctora en Ciencias Médicas Jacqueline Díaz Luis, especialista de II grado en Inmunología, del Hospital General Docente Roberto Rodríguez.

La facultativa asegura que el porcentaje de inmunidad de rebaño es una cifra variable, que depende de múltiples factores, tales como la virulencia de las cepas, capacidad de contagio, y las características de los huéspedes o personas susceptibles a infectarse. Este último factor ha experimentado cambios sustanciales al incluirse muchos sujetos y existir una alta dispersión.

Con la circulación de la variante Delta se afrontan nuevas complicaciones. Mientras el virus esté propagándose, mayores son las posibilidades de mutar, por eso la necesidad de vacunar mayor cantidad de personas y que los individuos mantengan un actuar responsable al cumplir las medidas preventivas.

Díaz Luis precisó que las vacunas continúan siendo el “arma” efectiva y recomendable para el presente y futuro, con vistas a conseguir el control de una enfermedad causante de una crisis sanitaria global, y, a la vez, desencadenante de problemas económicos, políticos y sociales en todo el orbe.

“Los preparados vacunales son la esperanza para minimizar las consecuencias de la enfermedad (la gravedad, los estados críticos y la muerte), hasta que se consiga eliminar el virus. Es la razón por la cual Cuba ha organizado un proceso de inmunización inclusivo contra la COVID-19, que requiere una participación consciente y responsable, sin dejar de cumplir las medidas preventivas orientadas por el Ministerio de Salud Pública”, agregó.