Yoandrys Santana, eslabón de una tradición

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Yoandrys Santana, eslabón de una tradición

 

La archiconocida disposición del cubano para discutir hasta la saciedad y de cuanto tema aparezca, me hizo lidiar esta semana con varios aficionados colocados en un extremo que no comparto.

 

Todo comenzó cuando uno de ellos dijo que “Ciego de Ávila no da voleibolistas” y el resto de sus acompañantes sustentaron la idea con argumentos tan flojos que tuve que hacer acopio de paciencia antes de rebatir, paso a paso, semejante dislate.

Comoquiera que el espacio no me permite extenderme demasiado en el asunto, me limito ahora a exponer dos razones esenciales.

La primera de ellas tiene que ver con la inexistencia en esta central provincia de una adecuada infraestructura que propiciara, y propicie, el auge del deporte de la malla alta. Sin embargo, Ciego de Ávila no ha dejado de aportar talentos desde los años ´70 del pasado siglo, mérito que corresponde a la sabiduría y capacidad de los entrenadores locales para encontrar los diamantes que después han irradiado luz en el alto rendimiento.

Y la segunda de las razones es, ni más ni menos, la relación de portentos avileños que han actuado en las competencias internacionales más prestigiosas, y aquí hago la precisión de que me estoy refiriendo a los Juegos Olímpicos, campeonatos, copas y ligas mundiales, entre otras lides donde se ven las caras los más renombrados elencos del mundo.

Sin que pueda afirmar ahora mismo que en la siguiente relación están todos los que son (dudo que así sea), les recordé a mis amigos los nombres de Mercedes Pomares, Nancy González, Roberto Sotolongo, Yanelis Rebeca Santos, Eddy Machena, Yosleider Cala, Rosanna Giel e Inovel Romero, toda una pléyade de figuras que daría prestigio a la historia deportiva de cualquier nación del mundo, incluidas las que archivan los avales más significativos en esta disciplina.

Traigo a colación esta anécdota porque esta semana acontece en Durango, México, el Campeonato Continental NORCECA de Mayores Masculino, certamen que se extenderá hasta el venidero 23.

Para no perder la costumbre, asiste a la justa un equipo de Cuba, en el que, también para no perder la costumbre, se incluye un avileño, el espigado Carlos Yoandrys Charles Santana. No sin asistirle toda la razón, hace solo unas semanas el colega Rigoberto Triana Martínez afirmaba que Yoandrys “mide un metro y 97 centímetros, y todavía puede estirarse más, en dependencia de la tenacidad requerida por el voleibol de sala, especialidad en la que se incluye entre los jugadores de mayores perspectivas en el país”.

En calidad de atacador opuesto, posición que comparte con Jesús Herrera y el estelar Miguel David Gutiérrez —quien reaparece luego de una larga recuperación por su operación en un hombro—, mucho debe aportarle al elenco el muchacho del reparto 24 de febrero. Pese a su juventud —nació el 4 de octubre de 2000—, Yoandrys no resulta ningún improvisado en la escuadra principal de la Isla, como lo evidencia su participación en varios eventos internacionales para menores de 21 años, con triunfos en el Campeonato de Norte, Centroamérica y el Caribe (La Habana, 2018) y, un año después, en la cuarta edición de la Copa Panamericana de esta disciplina, que tuvo por escenario el Coliseo Manuel Bonilla de Miraflores, en la ciudad de Lima, Perú; sin pasar por alto el décimo lugar de la Mayor de las Antillas en el certamen del orbe, efectuado en el Reino de Bahrein, también en 2019.

Desde hoy miércoles, la que muchos se atreven a calificar como la ciudad más bonita de México acoge al evento que concederá a los ocupantes del primer y segundo lugares el ansiado boleto al Campeonato Mundial de la Federación Internacional de Voleibol, que debe efectuarse el venidero año en Rusia.

Cuba se hace notar con el aval que ninguna otra nación de Norte, Centroamérica y el Caribe posee, si se tiene en cuenta que ha vencido en este tipo de justas en 16 ocasiones, nueve veces lo han logrado sextetas estadounidenses y en una oportunidad el representativo de Canadá.

Y al igual que la tradición favorece a la mayor isla del Caribe, la reiterada presencia de jugadores de Ciego de Ávila no se hace esperar: Carlos Yoandrys Charles Santana defiende los colores de las gloriosas cuatro letras que identifican a la patria.