La pedagogía del amor

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“La Asociación de Pedagogos de Cuba es una organización hermosa, donde cada miembro ama y defiende el magisterio”, expresó Reinaldo Rafael Meneses Gardeazabal. Foto: Nohema Díaz

Con 30 años de trabajo sobre los hombros, la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC) conserva la misma lozanía de antaño y se mantiene como un asidero para las buenas prácticas, donde no solo se genera ciencia, sino que se comparten conocimientos

Con 30 años de trabajo sobre los hombros, la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC) conserva la misma lozanía de antaño y se mantiene como un asidero para las buenas prácticas, donde no solo se genera ciencia, sino que se comparten conocimientos.

Cientos de investigaciones, experiencias en la concreción de eventos y el legado de Victoria Gallowey y Antonia Meneses, como presidentas de honor, terminan por conformar la historia que nuestra provincia ha construido desde 1992 hasta la fecha.

Con un total de 2 012 asociados, cifran sus retos en la renovación de sus filas y en la búsqueda de modos atractivos de convocar e incentivar a cada educador. Para conocer más, en medio de las celebraciones por su aniversario, Invasor dialogó con Reinaldo Rafael Meneses Gardeazabal, presidente de la filial avileña de la APC.

—¿Cuáles son los principales proyectos que rige la APC en la provincia?

—Existen tres proyectos fundamentales, de los que se desprenden varias iniciativas y actividades. El primero es Honrar, honra que se encamina a enaltecer la vida y obra de profesionales destacados. Cimientes educativos busca fomentar la orientación profesional pedagógica, pues, precisamente, uno de los retos en el territorio es garantizar la cobertura docente. Se trabaja con los diferentes niveles educativos, pero con fuerza en la Secundaria Básica y las escuelas pedagógicas. Por su parte, Luz y alegría en la comunidad responde a la estrategia nacional Transformar para educar y ha tenido resultados palpables en los centros que hoy experimentan el tercer perfeccionamiento educacional.

—¿Qué cualidades debe tener un educador para integrar esta organización?

—Somos una organización no gubernamental, que agrupa a las personas que ejercen la docencia. El principio fundamental es la voluntariedad, pero, sobre todo, las ganas de aportar y de incidir sobre nuestra realidad. Nuestros objetivos de trabajo son la gestión asociativa y la actividad científica.

—Incentivar a los educadores es hoy una prioridad, ¿cómo contribuyen a lograrlo?

—La distinción Joyas de la Pedagogía ha sido un aliciente en este sentido, que nos ha permitido, en los últimos años, estimular a 75 educadores con una hermosa ceremonia en cada comunidad y con la colocación de una placa distintiva en la fachada de la casa. Esta idea data del año 2008, cuando ocurrió la primera entrega el día del natalicio de José Martí. Desde entonces, la idea original ha sumado otros certámenes como el evento Joyas de la Pedagogía, que sustenta, desde presupuestos científicos, estudios sobre la vida y obra martiana. En vísperas del aniversario 30, hicimos extensiva una tarjeta con felicitaciones a cada uno de los miembros. Estamos conscientes de que para lograr resultados es necesario la motivación de cada uno.

—¿Cuáles han sido los aportes más significativos a las ciencias pedagógicas en los últimos años?

—En los diferentes certámenes, y por la voluntad propia de los investigadores, hemos aportado muchísimo conocimiento científico que han evaluado, interpretado y, muchas veces, propuesto estrategias para la solución de problemáticas en el territorio. Un ejemplo de esto fue Educadores destacados, que devino material didáctico y referativo de apoyo a la docencia para las carreras universitarias de corte pedagógico, así como de consulta para los estudiantes de las escuelas pedagógicas.

—¿Qué retos se han planteado para este año de trabajo?

—Lo principal es lograr sumar a nuestras filas nuevos integrantes, en especial jóvenes, para garantizar el necesario relevo generacional. Sin olvidar la importancia de estimular la actividad científica. Pensamos en la creación de un nuevo evento que se llamará Yo soy el relevo. En este espacio pretendemos vincular la teoría y la práctica, y que sean los estudiantes los protagonistas. Se pueden presentar medios de enseñanza, experiencias pedagógicas, historias de vida, rescatar el trabajo con los alfabetizadores y educadores de los diferentes movimientos educacionales.

Tomado del Periódico Invasor: http://www.invasor.cu/es/secciones/sociedad/la-pedagogia-del-amor