Luego de tres meses de un ir y venir silencioso, y de trabajos constructivos de gran envergadura, el Hogar de Ancianos Camilo Cienfuegos, en la ciudad de Ciego de Ávila, comienza a mostrar una nueva imagen y mayor confort para los 61 residentes que hasta la fecha permanecen en la institución.

Nastia Martínez Pérez, jefa del Departamento de Trabajo Social de la Dirección Provincial de Salud, explicó que se ha reparado paredes y techos, los cuales estaban agrietados y desconchados, en la sala y comedor de mujeres, así como en la farmacia, en el área de fisioterapia, las aulas y las consultas médicas.

“Los parques interiores fueron remozados y las acciones en la cocina van a buen paso, además, son ambiciosas porque incluyen enchape y cambio de todas las redes y tuberías. Este centro es muy grande y falta mucho por hacer, pero ya vemos los cambios y los agradecemos porque facilitan la vida interna”.

A tono con las exigencias de los últimos meses, el flujo al interior de la institución ha cambiado y se han habilitado espacios temporales para acoger a los ancianos mientras avanza el cronograma de ejecución. Entre lo pendiente están los cuartos matrimoniales, las dos salas de hombres y la de cuidados especiales, a las que se llegará de manera gradual, pues no pueden dejar de prestar servicios.

Vinculados a las labores han estado fuerzas de las empresas de Servicios Comunales (COMCÁVILA), Productora de Materiales de la Construcción (AVILMAT), Provincial de Abastecimiento y Servicios a la Educación (EPASE) y la de Construcción y Montaje (CONAVIL), las que se suman a una experiencia de trabajo que busca el apadrinamiento de entidades del territorio para culminar con calidad y en tiempo récord obras de extrema sensibilidad social.

Bajo este ritmo podemos inventariar los resultados alcanzados en el Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola, en diferentes Consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia, y en Hogares Maternos, donde el aprovechamiento al máximo de los recursos existentes ha demostrado que sí pueden lograrse cambios positivos.

Con capacidad para 130 personas, se supone que el punto final a las labores de reparación y mantenimiento permita incrementar el número de ingresos, una cuestión de vital importancia para una provincia, donde más del 20 por ciento de su población supera los 60 años.