Dignidad avileña

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Dignidad avileña

Esto de la pandemia del nuevo coronavirus vino a cambiar el curso de muchos acontecimientos a nivel planetario, o mejor dicho, vino a establecer un nuevo curso a algunos acontecimientos.

Lo cierto es que la cotidianidad se ha visto sometida a cambios y con ella los comportamientos. Los cubanos no estamos excluidos. Nosotros, aun cuando con excepción de dos provincias, el resto del país inició la desecalada y asumió, desde el 18 de junio, la primera fase de una etapa de recuperación, paulatina y asimétrica, pero objetiva, también hemos tenido que asumir posturas, conductas y medidas, que no se tenían del todo codificadas: no abrazos, no besos, aunque lo han dicho siempre las autoridades sanitarias, hasta el frecuente lavado de las manos ha sido incorporado con convicción esta vez.

Sin embargo esto de sabernos cubanos y vivir orgulloso de ello, no ha cambiado ni un tantico así. Por el contrario. Víctimas de un odio visceral por parte del imperialismo yanqui, que sin argumentos (como es su estilo), enfermizamente arremete contra los médicos de la isla, continuamos aferrados a la Revolución y su defensa, al Socialismo y su defensa, a los valores que de él emanan y su defensa.

Porque más allá del nasobuco que a muchos nos hace “irreconocibles”, los actos delictivos de personas inescrupulosas o las aglomeraciones en las colas (esas que merecen un estudio sociocultural y artículo aparte, porque han sido una de las cosas que desata ciertas miserias humanas, contrarias a los valores defendidos), prevalece la sensibilidad, el humanismo, y esencialmente la dignidad.

No es retórica ni discurso. Se aprecia en la capacidad que hemos tenido para celebrar diferente fechas importantes, sin que estas pierdan su significación. Se constata en esa búsqueda constante de fórmulas, no solo como medicamento, para matar al maldito bicho, sino en aplicaciones informáticas que nos permitan adelantarnos, modelos matemáticos asociados a la epidemiología.

Se palpa en la entrega de los miles de estudiantes de Medicina, que por los general son obsesivos con sus estudios, a una pesquisa diaria, que les aporta, pero que también les exigirá un esfuerzo extra cuando se reanude el curso escolar, porque tendrán que ajustarse contenidos, y en carreras como esa, todo es importante.

Se visualiza en el resto de los universitarios y jóvenes que han dado el paso al frente y de futuros abogados han pasado a mensajeros que le llevan el medicamento o la comida a un anciano sin conviviente. Se aprecia en los delegados de circunscripción, pendientes de todo y de todos.

Es la dignidad que cada 20 de junio, para los avileños adquiere un matiz mucho más patriótico, porque evocamos a Marcial de Jesús Gómez Cardoso, el insigne patriota y Comandante del Ejército Libertador, nacido en este terruño. Desde 1994 la Asamblea Municipal del Poder Popular honra los natales del ilustre mambí con una asamblea solemne durante la cual se distinguen a personalidades del municipio por su aporte en la cultura, el deporte, la ciencias o en la educación, incluidas otras medallas y distinciones honoríficas sin embargo, la Covid-19, no permitirá en esta ocasión que se realice tal acto, pero no pudo impedir, tal y como expresara Yudith Pardo, Coordinadora para los Programas de Distribución en la capital provincial“que avileños dignos estén conmemorando el día, en plena faena detrabajo voluntario, en la UEB El  Mambi, de la Empresa Integral Agropecuaria y en recorrido por varias bases productivas en intercambio con los productores, de la Empresa Ruta Invasora”.

Y es que de eso se trata. De ser útiles, que es también una hermosa manera de ser dignos. Estar allí donde Cuba más necesita hoy y siempre. Y sí que estaría orgulloso Marcial de Jesús, caído en combate el 5 de junio de 1872, encarando al enemigo, de quien nos sentimos continuidad legítima, porque como expresara Ángel Cabrera Sánchez, Historiador de la Ciudad, “Ese mambí, nos legó el sacrificio por la patria, fuente del espíritu que mantenemos los cubanos frente a las amenazas del Imperialismo yanqui”.