La obra de Eusebio en buenas manos

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 La obra de Eusebio en buenas manos

Como un tesoro, conservan con celo aquellas líneas, breves pero concisas, que dejó Eusebio Leal el 17 de marzo de 2011, cuando impactado por lo que logró apreciar en el Museo Provincial de Historia Coronel Simón Reyes Hernández, escribió:

 “Para el Museo y sus trabajadores, ¡qué bien cuidado, con cuánto amor trabajan! Para el bien de las actuales y futuras generaciones”

No solo en el documento se mantienen preservadas. Esas palabras las guarda con devoción Doralis Nuez González, directora del Centro Provincial de Patrimonio, que en aquellos momentos dirigía la institución visitada por Leal. Como también recuerda las palabras del insigne cubano cuando en el 2015, al recibir el museo avileño el Premio Nacional de Conservación y el Premio en Restauración al Teatro Martí, de la Oficina del Historiador, se le acercó visiblemente emocionado y le dijo “Merecido, muy merecido. Yo conozco ese museo y es bello. Es lindo”. 

Doralis habla desde la humildad, atributo que pareciera conferido a todo el que como ella y como Eusebio, aman el rescate, restauración, conservación y la preservación de los valores históricos, pero no puede ocultar el orgullo de haber tenido el honor de compartir ese momento. Bien sabe que él profesaba por Ciego de Ávila un extraordinario cariño. Lo manifestó a sus colaboradores cercanos. En sus visitas al terruño había quedado encantado con el museo  de Ciego de Ávila, la impecabilidad de sus veladoras, con la ciudadtoda.  Por eso prometió ayudar y tal como significó el investigador e historiador José Martí Suárez, “lo hizo hasta el momento final de su existencia física, enviando a través de su Oficina, libros, revistas, piezas museables de extraordinario valor”

Es el caso del último envío que realizara: una colección de objetos con  los que se mostró al Comandante en Jefe, el respeto y cariño en sus visitas a diversos pueblos hermanos y también otorgadas por instituciones de nuestro país y que como él bien especificó, no tendrá como finalidad resaltar la figura de Fidel, según su propia voluntad, sino que será un medio más para la educación y la cultura del pueblo.

“Ahora somos sus herederos”, confiesa Doralis. “Todo lo que hizo, por todo lo que luchó, aunque algunos lo tildaran de loco, ha quedado en nuestras manos, que son las del pueblo de Cuba, que tanto lo admira”, asegura la joven historiadora, mientras relee la misiva que enviara con las indicaciones respecto a las piezas que pertenecieron a Fidel y que comenzaron a ser mostradas en el Museo Provincial de Ciego de Ávila y también en la exposición transitoria inaugurada en el museo municipal de Baraguá, el 26 de julio.