Morón y sus prioridades

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Morón busca alternativas

En más de un millón de pesos en moneda nacional ha tenido que ajustarse el presupuesto anual del municipio avileño de Morón, debido al impacto económico de la COVID-19, con el incremento de gastos por concepto de materiales y materias primas, combustible y garantías salariales.

Damarys Betancourt Machado, directora del departamento de Finanzas y Precios del gobierno municipal, ilustra que de los 39 millones 645 100.00 que debían ejecutarse en el primer semestre del año, el sobregiro coloca lo ejecutado por sobre los 40 millones.

“El presupuesto inicial de este año fue de 77 millones 241 900.00, entre un 35 y un 40 por ciento menos que el dinero real ejecutado en 2019, por lo que ha habido que administrar y priorizar lo imprescindible”, agrega.

Entre las prioridades, se cuenta la asignación de dos millones de pesos en subsidios para acciones constructivas, que benefician a personas de bajos ingresos; los 33 millones 268 600.00 correspondientes al sector de la educación, y los casi diez millones que se han ejecutado para subsidiar la canasta básica.

“El único gasto no planificado, causante del sobregiro del presupuesto, es el proveniente de las garantías salariales, con un total de 1 millón 280 100.00, porque las circunstancias han obligado a hacer más con el mismo dinero”, explica Damarys.

De ahí se deriva que, de acuerdo con lo expresado por la Ley de Presupuesto del Estado, parte de la contribución territorial al desarrollo local haya sido transferida a la cuenta municipal, con excepción de los 214 300.00 aprobados por el Consejo de Administración Municipal para financiar el proyecto de IMDL correspondiente al Parque Humedal Grande, que se construye al norte de la ciudad.

Anteriormente Invasor se había referido al otorgamiento del presupuesto anual de sectores como la cultura (casi dos millones) y el déficit que su director Héctor Hernández traducía en incapacidad para mantener actividades o infraestructuras; y a la falta de liquidez que impactaba directamente sobre la producción agropecuaria o las acciones constructivas.

En ese contexto, que hayan sido posibles la reparación del Museo Caonabo, el otorgamiento de subsidios, y el pago del 60 por ciento del salario a un alto número de empleados del sector estatal; que al menos en dinero esté respaldado el reinicio del curso escolar y se haya hecho frente a una epidemia, resultan explicaciones lógicas para otras estrecheces que se viven en la etapa post COVID-19.