Una mujer de alas tomar

Imprimir
Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 
Valoración:
( 0 Rating )

Una mujer de alas tomar

Cuando anunciaron que el colectivo de la Empresa Avícola de Ciego de Ávila, sería distinguido con la bandera 60 aniversario de la Federación de Mujeres Cubanas, a casi nadie tomó por sorpresa, aunque el orgullo se abrió una vez más paso ante el nuevo reconocimiento otorgado. Única de su tipo en Cubaque lo obtuvo,tambiénratificó este año la condición de Vanguardia Nacional del Sindicato de Trabajadores Agropecuarios y Forestales.

Los lauros obedecen en primer lugar, a los resultados, que aún en condiciones extremas, no dejan de alcanzar sus trabajadores, de los cuales el 44% son mujeres.Con más de66 millones de huevos producidos hasta la fecha, que representan alrededor de seis millones por encima de lo programado,  los avicultores avileños, se mantienen como líderes nacionales desde hace un quinquenio en la proporción de huevos por ave.

Ello les ha permitido responder sin dificultad a las necesidades internas de la provincia y apoyar a otros territorios, sobre todo a la capital cubana, hacia donde en 2019 fueron enviados 23 millones de unidades. Su aporte a la canasta básica y a la alimentación de la población es sustancial, por constituir el huevo un producto de alto valor biológico y esencial en la mesa del cubano.

El estricto control sobre recursos determinantes como el pienso, además del cuidadoso manejo de los animales, constituyen sin lugar a dudas, las claves del éxito, a su vez compartido, con la estabilidad de la fuerza de trabajo y la consagración del equipo de dirección, liderado por una mujer a cuyos sueños le nacen alas cada día y que no se amilana, ni ante las presiones de un bloqueo económico y financiero recrudecido contra su país, ni ante la crisis global generada por la Covid-19, como tampoco lo hizo, tras el paso del huracán Irma, que intentó echar por tierra los logros de su gente.

Y es que Leyda Martínez Arnaíz, graduada en la Universidad de Ciego de Ávila, como ingeniera en Mecanización de la Producción Agropecuaria en el año 1996, se considera, según sus propias palabras, privilegiada de estar laborando desde los 22 años de edad en la Empresa Avícola.  “Esta es mi segunda casa. Amo a mi empresa, a mi equipo de trabajo y a mis trabajadores. Ellos son mi mayor fortaleza”, dice sin disimular la emoción y el sentido de pertenencia, cultivado durante todo este tiempo.

Desde el 2011 es la directora general, y según explica, siente que todos los días aprende algo nuevo e importante, gracias a la sabiduría colectiva, que prima en cada una de las unidades empresariales de base. La tarea no es nada fácil, y mantener los resultados que los distinguen implica ante todo mucha disciplina. Así lo evidencia, por ejemplo la granja avícola del municipio Primero de Enero, la mejor del país y por tanto de referencia. Por ese territorio Leyda es diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, una condición que la compromete aún más con la labor que desempeña y sobre todo con el pueblo al que se debe.

Ser miembro de la Comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la igualdad de Derechos de la Mujer, le ha permitido, no solo representar a las cubanas, sino demostrar que desde diferentes esferas y funciones, son una fortaleza incuestionable, en la que la máxima dirección del país ha depositado, desde siempre, total y plena confianza. Allí, interviene como diputada, como mujer trabajadora y como la federada que honra a una organización, que durante seis décadas no ha dejado de aportar sensibilidad, altruismo e iniciativa al proyecto social, que comenzamos a materializar con el triunfo revolucionario de 1959.

Estas y otras razones, como su familia, ese asidero imprescindible para andar y empinarse, y la grandeza de una obra inmensamente humanista como la Revolución Cubana, son las que permiten que a los sueños de esta avileña, le nazcan alas y sea ella misma, como expresó José Martí, “tan bella, tan heroica, tan abnegada, flor para amar, estrella para mirar, coraza para resistir”.