Cotonavirus: Lo que receta el doctor Durán

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Cotonavirus: Lo que receta el doctor Durán

Genial, como siempre, el doctor Francisco Durán García, director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, ha cerrado su comparecencia radiotelevisiva de hoy sábado con una sugerente recomendación que, sin apartarse del terreno científico y médico, viene como anillo al dedo para quienes hemos aguardado con ansiedad el inicio de la 60 Serie Nacional de Béisbol.

Comprensión es el primer ingrediente de su consejo. Eso es: sensibilidad popular para entender por qué esta Serie no puede transcurrir a gradería de estadio en desbordamiento. Covid-19 de por medio, no hace falta explicación.Tendremos, pues, que seguir las incidencias de cada juego (más de 600, de inicio a fin) mediante las transmisiones de radio, tal y como hacíamos millones de cubanos en los años 60, 70 e incluso más acá, en medio de no menos “contagiosa” efervescencia, o a través de la pequeña pantalla, para el caso de los choques que sea posible televisar.

Pero tal comprensión no solo toca a los aficionados, que, por cierto, pueden incurrir en problemas si intentan encaramarse en las cercas de los estadios donde a puerta cerrada transcurran los partidos. Es totalmente válida también para deportistas, entrenadores, cuerpo de dirección de los equipos, médicos deportivos…

Uso del nasobuco, distanciamiento, desinfección de manos, nada de eufóricos abrazos en medio de jugadas brillantes o de conexiones a la hora decisiva, forman parte también de la “receta” dejada hoy sábado por Durán para los 16 equipos que intervendrán en la contienda.

La realización de pruebas a todos los peloteros y resto del personal vinculado a la serie, sin que haya aflorado ni un solo caso positivo al nuevo coronavirus, es una noticia acogida con alegría por la afición cubana y cimiento para “clavar bien los espay” en el terreno de la vigilancia, la prevención y la imprescindible disciplina que debe predominar desde que el árbitro decrete bola en juego hasta que el out 27 se encargue de cerrar las cortinas del choque.

Gracias, Doctor Duran, por su oportuno y sugerente consejo. No tengo que hacer una encuesta para saber que el movimiento deportivo cubano, el béisbol nacional y la población entera se lo agradecen, desde el inmenso graderío virtual en que ya se convierte toda Cuba, con un aplauso imaginario, idéntico al que  cada noche le dispensa este país a sus valientes de blancas batas.