Claro que quisiera estar en mi escuela de Formatur, pero ahora soy más útil realizando de forma voluntaria, las pesquisas”, fue la respuesta sin dilación de Yandy Quesada Muñoz, un joven avileño de 25 años, que por estos días, de futuro gastronómico en el sector turístico, ha pasado a guardián de la vida, en la circunscripción 86 del Consejo Popular Indalecio Montejo de la capital provincial.

La compleja situación epidemiológica por la que atraviesa el territorio, recaba del esfuerzo de todos los ciudadanos. Después de 93 días libres de contagio, el retroceso no se hizo esperar y otra vez la Covid-19 volvió a ser presencia indeseable. Una tercera fase decretada no debió ser sinónimo de flexibilización de las medidas de aislamiento y las higiénico-sanitarias, pero lamentablemente sucedió, aun cuando continuamente el llamado de la máxima dirección del país, los estudios científicos y el accionar de los trabajadores de la Salud, estuvieron presentes.

El retorno a la fase de transmisión autóctona limitada del municipio Ciego de Ávila y a la primera fase en el resto de los municipios, condujo irremediablemente a la adopción de medidas restrictivas, entre las que se destaca, la cuarentena establecida desde el pasado 8 de septiembre, en la ciudad cabecera, en aquellas zonas donde se identifican focos. Queda claro que lo sucedido no se debió al azar ni a la fortuita casualidad. Por el contrario, tuvo mucho de causal y las consecuencias las padecemos todos.

En una de sus intervenciones, a través de videoconferencia, Tomás Alexis Martín Venegas, vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial y Gobernador de la provincia, explicó al Grupo Temporal de Trabajopara la Prevención y Control del nuevo coronavirus, encabezado por el Presidente de la República, Miguel Díaz Canel Bermúdez, que “fue el resquebrajamiento de la vigilancia epidemiológica lo que nos condujo a la situación que vivimos por estos días”.

Ante el rebrote, y la necesidad creciente de identificar lo antes posible, los casos que pueden ser positivos, sospechosos y contactos, la disposición de ciudadanos como Yandy y también como la de la joven Milagros Martínez Cid, que cursa estudios en la Facultad Obrero Campesina, tienen un valor incalculable. Ambos respondieron afirmativamente cuando elMédico de la Familia se les acercó para pedir su colaboración.

“Este es un momento en el que debemos aportar lo que podamos. Requiere responsabilidad y disciplina, pero también gratitud y una manera de agradecer es apoyar al personal de la Salud en tareas, que son fundamentales y que ellos solos no podrían cumplir, como es el caso de la pesquisa,”  explica  el muchacho jovial y extrovertido que en el día visita alrededor de 76 viviendas, y que tiene muy bien identificadas aquellas donde existen personas vulnerables, por lo que las prioriza en su revisión diaria.

Esta es una de las acciones principales que desarrolla Cuba frente a la COVID-19. Buscar a fondo quién pueda estar contagiado o en riesgo es fundamental para la prevención y control de la enfermedad. En ningún lugar del planeta, como en la nación cubana, se le confiere tanta importancia e insiste en su correcta aplicación.

Eso lo sabe el pueblo, que cada vez, y en circunstancias como las actuales, tiene el deber de ayudarcon la disciplina requerida, la honestidad y la responsabilidadque conducen a la victoria. Por eso Milagros y Yandy, entienden que sus clases hayan sido postergadas. Salvar vidas, eso sí que no permite espera.Así que el rebrote no es solo de la Covid-19 en esta central provincia. Aquí también prolifera el altruismo y la solidaridad,por el bien de todos.