Trabajar en una misma línea es otra de las claves para asegurar el éxito de las nuevas transformaciones, generadoras de la mayor polémica que hayamos presenciado en los últimos años, porque toca una de las fibras más sensibles de los cubanos y materializa un viejo anhelo.
El ordenamiento monetario y cambiario, dentro del cual se inserta el incremento salarial, constituye una prueba irrefutable de la voluntad política de continuar adelante en el proceso de actualización del modelo económico cubano, pese al arreciamiento del bloqueo impuesto por el gobierno estadounidense y crisis sanitaria, financiera, comercial y social suscitada por la pandemia de Covid-19.
Aunque el proceso se materializó en cuestión de días, estuvo precedido de una ardua labor a niveles estratégicos. Legislaciones para reforzar los sistemas de protección al consumidor, asegurar la inocuidad de los alimentos y el Decreto 30/21 “De las contravenciones personales, sanciones, medidas y procedimientos a aplicar por la violación de las normas que rigen la política de precios y tarifas”, este último publicado en la Gaceta Oficial No. 8 Extraordinaria del 29 de enero de 2021; confirman las intenciones de despejar el camino.
Despejar el camino significa corregir con inmediatez procesos nocivos que contravienen los principios de la Tarea como el desmedido aumento de los precios, con “vientos”, provenientes desde los sectores estatal y no estatal, que propinan una fuerte sacudida a los bolsillos del pueblo y hacen pensar que la cuenta no da.
En tal sentido se proyecta la más reciente normativa, que “tiene como objeto establecer las contravenciones personales, sanciones, medidas y procedimientos a aplicar por la violación de las normas que rigen la política de precios y tarifas” y “se aplica a las personas naturales relacionadas con la comercializaciónde bienes y servicios, de forma mayorista o minorista”.
En su Artículo 3, este decreto establece con claridad los conceptos de precios abusivos y especulativos, términos que resuena en los oídos de los cubanos, particularmente en los de los avileños: el primero entendido como “aquellos cuyo crecimiento estén por encima de un rango razonable, en comparación con productos similares o dentro de la misma familia de productos, y que buscan lograr un nivel de utilidad o ganancia desmedida”; mientras, se les denomina especulativos, a los efectos legales, a los fijados a productos, principalmente de primera necesidad,superiores a los establecidos por la autoridad competente, vinculados a operaciones derecompra, reventa o ambas, con el objetivo de obtener ganancias.
La normativa estatuye como sanción principal la multa (con cuotas que sugieren rigor) y, como medidas accesorias el decomiso, la venta forzosa y la obligación de hacer, todas en consonancia con la gravedad, las circunstancias, la naturaleza de las violaciones y las condiciones del infractor.
De esta manera se refuerzan las bases para arreciar el enfrentamiento oportuno, eficaz y eficiente a quienes, desde posiciones fijas o como vendedores ambulantes, gozan de impunidad al comercializar a precios exorbitantes (sin temor al qué dirán o al qué sucederá) productos de primera necesidad como el ajo, cuyo precio topado es 3.00 pesos la cabeza, sin embargo, los vendedores parecen haber perdido la cabeza y lo comercializan a 10.00. Es solo un ejemplo.
Aunque el decreto faculta a las autoridades reconocidas para imponer las sanciones, no debemos olvidar que este es un proceso participativo del cual todos somos actores esenciales, por tanto, el llamado es a desarrollar un enfrentamiento popular, sin esperar a que actúen solo las instituciones, organismos, el inspector o el policía. La unidad siempre ha constituido nuestra mayor fortaleza.
No debemos descuidar tampoco que la disminución de los precios también resultará de nuestra capacidad para incrementar las producciones y generar bienes y servicios que proporcionen mayores ofertas y viabilicen la necesaria competitividad en el mercado interno. Mientras no sea así, puede prevalecer la tendencia al alza y continuar minimizado el derecho a elegir ante la escasez de opciones.
Pienso ahora en las palabras de Martí: “No es oficio de la prensa periódica informar ligera y frívolamente sobre los hechos que acaecen, o censurarlos con mayor suma de efecto o de adhesión. Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir; (…) tócale proponer soluciones, madurarlas y hacerlas fáciles, someterlas a consulta y reformarlas según ella; tócale, en fin, establecer y fundamentar enseñanzas, si pretende que el país la respete, y conforme a sus servicios y merecimientos, la proteja y la honre (…)”.
Desde el Portal del Ciudadano Avileño continuaremos palpando el sentir de nuestro pueblo y generando el debate revolucionario, sustentado en una visión crítica que nos hace volver siempre al Héroe Nacional y a los ideales de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, para que la Revolución, pujante y victoriosa, siga adelante, como expresara este último en el aniversario 50 del triunfo del 1ro de enero de 1959.