Desde su inmensidad una torre perpetúa el nombre del pueblo que se yergue a sus “pies” y evoca la nación en seis letras que también identificaron una antigua fábrica, devenida en actual Museo del Azúcar. Patria es el calificativo de este asentamiento del municipio de Morón al que gente humilde y voluntariosa hace honor en tiempos de pandemia, mientras dan incontables muestras de humanismo, altruismo y solidaridad.

Sin lugar a confusiones, desde este apartado espacio de la geografía nacional se reafirma que patria y vida es una redundancia cuando se habla de Cuba, donde la salud es un derecho ciudadano, conquistado desde el triunfo de enero de 1959, y se despliegan significativos esfuerzos, desde diferentes escenarios, en la lucha contra la Covid-19.

Donde Patria es mucho más que el nombre de un pueblo, se reitera el gesto de facilitar la vida a familias aisladas. La copiosa lluvia de este domingo no impidió al Consejo de Defensa Zonal (CDZ) 05, del territorio moronense, la aproximación de alimentos a 30 viviendas cuyos moradores permanecen amenazados por la pandemia. La Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Ignacio Agramonte reafirma su aporte por la vida; su buena voluntad irradia y “contagia” a otras unidades productivas que prevén sumarse, considerando, incluso, mantener la rebaja de precios entre un 10 y 30%.

Detrás de un gesto sencillo, pero provisto de toda la grandeza humana y reflejo de los más elementales valores revolucionarios, se descubre el desinterés de hombres como Juan, quien puso su pequeño tractor y sus habilidades como conductor al servicio del CDZ para recorrer calles y caminos irregulares, donde se descubren la gratitud y el reconocimiento a un equipo de trabajo conformado por experiencia y juventud, similar al árbol cuyo tronco fortalecido se ensancha en ramas para continuar creciendo.