Para la joven doctora avileña, Yenisey Mora Fergunson, la proclamación de la nueva Constitución de la República de Cuba, el 10 de abril de 2019, ha sido uno de los momentos más trascendentales e inolvidables que ha vivido.

“Puedo asegurar que lo igualo, salvando las distancias y las circunstancias, a mi integración a la Brigada Henry Reeve y el momento en que marché a Paquistán a cumplir con mi primera misión internacionalista, como miembro de ese heroico destacamento”, expresa y es blanco de las emociones vividas en ambas ocasiones.

La diputada por el municipio de Majagua, y profesional del Servicio de Nefrología del Hospital Provincial Dr. Antonio Luaces Iraola, tuvo el honor de participar en la sesión donde se encontraron y fundieron la Constitución de Guáimaro y la Carta Magnapor la que más del 86% de cubanos, el 24 de febrero habían votado el Sí en referendo constitucional, expresión de legítima continuidad, como aseveró en sus palabras el General de Ejército y Primer Secretario del Comité Central del PCC, compañero Raúl Castro.

La Mora, como cariñosamente la reconocen sus amigos no duda al decir: “Se proclamaba una vez más, la fidelidad a  nuestras raíces históricas. Se pondría en vigor a `partir de ese momento, algo construido entre todos, porque arduo y fructífero fue el proceso de consulta con las masas, y detallados los análisis realizados. Todo está contenido aquí. Es la Constitución que se atempera a los momentos presentes y futuros del país, y es también la que expresa los derechos y deberes que como cubanos dignos tenemos”.

Confirmación del Socialismo perfectible pero irrenunciable que sigue su marcha, sin amilanarse ante amenazas, ni medidas genocidas impuestas por el imperialismo norteamericano y su criminal bloqueo económico, comercial y financiero, contra el pueblo de Cuba, la Constitución ha implicado un ejercicio legislativo, sin precedente y nos ha conducido también a formas de hacer y evidenciar que no se trata de una democracia formal, sino real y consciente.

“Queda un arduo camino por transitar, sobre todo en materia de cultura jurídica e institucionalidad, cuestiones que quedan muy bien planteadas en la Carta Magna. Con un cronograma acucioso y preciso, que ha tenido que reajustarse, por la inclemente pandemia de la Covid-19, pero que no se ha detenido, la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular asumió el reto de hacerlo posible y abrir la senda, para materializar en normas específicas, las políticas aprobadas, las disposiciones y artículos que integran un todo, llamado Constitución”

Yenisey recuerda, aquel  diciembre del 2018, cuando el Parlamento aprobaba la Constitución, que se llevó a referendo en febrero para finalmente, ser proclamada  en abril del 2019, como el diputado habanero, médico, igual que ella, y babalao, el carismático Orlando Gutiérrez, al mover sus collares y pulsos, con mucha humildad reconocía el trascendental valor del documento, donde estaban representados las asociaciones fraternales y religiosas, como expresión de no discriminación, para luego hacer resonar su “Aché para el humilde y heroico pueblo de Cuba”

Y a los que insisten en desunir, desmembrar, revocar y hasta cambiar lo que por mandato de millones de cubanos está en letra viva, la doctora, con esa peculiar manera de decir las cosas, desde su sonrisa de joven orgullosa del país y de la Revolución que la ha formado, deja su Impresión Diagnóstica, con medicamento incluido: “No pierdan más el tiempo. La que tenemos no es una Constitución para cada cubano, porque eso es imposible, pero sí es la Constitución de todos los cubanos y vamos a defenderla con las ideas y hasta con las armas si fuera preciso”.