Morón a la espera de Abdala

Imprimir
Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 
Valoración:
( 0 Rating )

Morón a la espera de Abdala

Pasar por la Escuela Secundaria Básica Urbana Roberto Rodríguez Fernández, de Morón, en algún momento de este inicio de semana es poder ver de cerca eso que bulle en esta ciudad desde que se anunció la intervención sanitaria del miércoles: la expectativa.

 

Como la Roberto Rodríguez, en otros 61 centros preparan locales, baldean suelos y acomodan sillas. Los curiosos preguntan desde la cerca y los maestros responden que sí, que el miércoles abren como vacunatorio.

Pedro Rafael Macías Macías, director de la ESBU, termina de acomodar banderolas de fiesta en la entrada para explicar que entre todos están preparando cuatro áreas de la escuela: el pantry, el salón de reuniones y dos laboratorios. Son los locales “de mejores condiciones”.

No obstante, la preparación no se limita a eso. Sacuden el polvo de las ventanas y los aleros del frente. Dos profesoras baldean el pasillo del primer piso, y vuelven los carteles de recibimiento guardados desde que cerraron las aulas.

“Preparamos un local para que el personal médico rellene los documentos de los pacientes, otro para la vacunación y dos más para la espera de una hora. Ya están listas las áreas y los refrigeradores”, dice Macías. Es consciente de que la situación sanitaria es crítica y se alegra solemnemente cuando piensa que brindar la escuela y prepararla con esmero es ayudar a salvar vidas.

En uno de esos dos laboratorios, que a partir del 29 de junio serán salones de espera, podrá estar entonces Milena Linares Pérez, estudiante de Medicina, para velar por las posibles reacciones adversas.

La suposición se basa en que vive a tres cuadras de esa escuela, porque aún no conoce el punto donde le tocará. Lo que sí es claro es que ella, y el resto de los alumnos de cuarto y quinto años de Medicina y Estomatología, de la Facultad de Ciencias Médicas Arley Hernández Moreira, se repartirán entre los 62 vacunatorios del municipio.

Bajo su cuidado, Abdala llegará por primera vez al brazo de 50 000 moronenses, que no deberán olvidar que estar inmunizados tarda mucho más que ponerse tres dosis, y que constituye una responsabilidad en la protección de los que aún no pueden: embarazadas, madres de lactantes, niños y niñas, pacientes descompensados de sus patologías crónicas, más los convalecientes de la COVID-19 con menos de dos meses de alta.

Ya se dijo este domingo, cuando llegaba a tierra avileña el cargamento de vacunas: “tener una dosis o dos, o incluso el esquema completo, no significa abandonar las medidas de contención indicadas”.(Amanda Tamayo Rodriguez)