Tributo y gloria, ese bucle infinito de los 7 de diciembre

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Tributo y gloria, ese bucle infinito de los 7 de diciembre

 

A la hora en que las tres salvas interrumpen el silencio de la mañana en el Panteón de los Caídos por la Defensa, en Ciego de Ávila, se rompe, también, el sosiego en el pecho, en la respiración… y en los ojos. Hace 10 meses el oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Mayor Yandi Espinosa Varela, reposa en el mismo camposanto que los mártires a los que tantas veces fue a honrar los 7 de diciembre.

Su hermana y su viuda no pueden dominar la emoción y el recuerdo doloroso de la temprana partida, mientras las palabras de los oradores traen al presente el valor y la entrega inconmensurables de Antonio Maceo, su ayudante Panchito Gómez Toro y los 2 000 combatientes que regresaron de África con la bandera sobre sus féretros. Ellas lo saben: él habría hecho exactamente lo mismo si la Historia le hubiera puesto delante la oportunidad.

La certeza está tan cerca como en la camisa bordada de medallas de los sobrevivientes de la clandestinidad y la epopeya africana; en los versos del cantor, que uno asume intactos, exactos, porque a quién, si no a ellos, le debemos cualquier asomo de felicidad.

La certeza es convencerse de que un oficial de las FAR hoy, es un joven artillero en Cuito Cuanavale, un barbudo en las estribaciones de la Sierra Maestra, un “tanganero” en la escalinata contra Machado, o un descamisado mambí a las órdenes del Generalísimo en Lázaro López.

La certeza es ese bucle infinito que los 7 de diciembre nos lleva hasta el mármol gris de los panteones a poner en silencio una flor y un pensamiento. Y a reivindicar los días de lucha a muerte por la Patria y la Humanidad. Y a comprometerse a seguir.

UNA HORA ANTES

Esta jornada de recordación solemne había comenzado en el Parque Maceo de la ciudad de Ciego de Ávila, justo al amanecer, cuando el mismo pueblo que peregrinó hasta el camposanto repitió la frase maceísta que es bandera y convicción: “quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”.

Así dijo, a nombre de la juventud avileña, Roberto Alejandro Martínez Reinaldo, secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en el municipio de Ciego de Ávila, quien recordó el 125 aniversario de la caída en combate del Lugarteniente General Antonio Maceo y los 32 años de la Operación Tributo, en medio de un escenario nacional e internacional desafiante para la Revolución cubana.

En el acto, presidido por Carlos Luis Garrido Pérez, miembro del Comité Central del Partido y su primer secretario en la provincia, y el gobernador Tomás Alexis Martín Venegas, se hizo entrega del carné de militantes del Partido y la UJC a trabajadores destacados de varios sectores de la capital avileña.

Participaron también las autoridades políticas y administrativas del municipio cabecera, integrantes de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, dirigentes y funcionarios del Partido, la UJC, las organizaciones políticas y de masas, el Gobierno, y miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior; además de una representación de estudiantes de las enseñanzas Primaria, Secundaria y Media.