Cuando se resiente la rendición de cuentas del delegado

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Cuando se resiente la rendición de cuentas del delegado

De una rendición de cuentas del delegado a sus electores se espera un análisis más o menos detallado de lo hecho en el período que se evalúa. Cómo gestionó el representante del pueblo las quejas, inquietudes y planteamientos. Cómo lideró a sus conciudadanos en la mirada crítica a la realidad y en la participación en todas las cuestiones que tienen como centro a las comunidades.

Pero, lo que ha podido constatar Invasor, en ocasiones se aleja hacia los vértices del proceso asambleario: o bien son espacios de absoluta formalidad, con lectura de informes muy generales, o bien se convierten en una catarsis de todo lo que falta por hacer.

Por momentos, la asamblea de la Circunscripción 26, del Consejo Popular Onelio Hernández, en Ciego de Ávila, estuvo en cada una de esas “esquinas”. Con una delegada de reciente elección, Isis Viria Díaz Echarte ─que sucedió a la veterana Matilde Jiménez─, el informe y la dirección de la rendición de cuentas corrieron a cargo de la delegada de otra circunscripción vecina, de mayor experiencia, y encargada de asesorar y amadrinar el proceso asambleario de la demarcación.

La rendición de cuentas no lo fue tanto, más bien enunciación de los desafíos enfrentados por la provincia y el país en los últimos dos años, escenario donde se combinaron, con fuerzas demoledoras, las coyunturas económicas (desabastecimiento, déficit de generación eléctrica, inflación) y la epidemia de COVID-19.

Cuando se resiente la rendición de cuentas del delegado

Se reconoció el trabajo y la voluntariedad de compañeros y compañeras que fungieron como mensajeros durante el confinamiento y se dijo que entre las líneas de trabajo está la atención a personas vulnerables, familias disfuncionales y la batalla contra las indisciplinas sociales. Habría sido muy valioso para los electores conocer de primera mano cómo se trabaja en esos frentes y qué resultados se obtienen.

En memoria de quienes perdieron la vida ante la enfermedad, los asistentes (muy lejos del total de 175 electores empadronados) dedicaron un minuto de silencio; al que siguió un aplauso de agradecimiento a la doctora y la enfermera del barrio, por haber antepuesto el sentido humanista de su profesión a cualquier obstáculo de los que se presentaron.

Luego la asamblea enrumbó al consabido inventario de planteamientos. Un rosario de quejas ya escuchadas y dichas por los vecinos de un reparto de edificios al que el tiempo le ha causado estragos. Por eso volverán a “elevarse” los problemas de filtración de los tanques de agua potable, que vierten más de lo que almacenan, y obligan a poner la turbina una y otra vez, y eso, se sabe, es más agua y más corriente y menos vida para la bomba.

“Ya pagamos por arreglos que no resolvieron el problema”, dijeron los vecinos y aludieron a una intervención especializada y definitiva por parte de brigadas que dominen la técnica y posean los recursos. “¿Y el enyerbamiento de las áreas que no son del edificio?, ¿quién las chapea?”, reclamaron.

Definitiva también fue la palabra empleada para requerir posibles soluciones al asunto de la basura. En la zona se cuentan, al menos, tres subviaderos que, con los actuales ciclos de recogida por parte de la Dirección de Comunales y la indisciplina social, mantienen la comunidad sumida en malos olores, bolsas de nailon y papeles a merced del viento, además de vectores.

Lo dicho allí volverá a escribirse en informes y, en algún momento cercano al final del proceso asambleario, caerá en la lista resumida de los principales planteamientos que tantas veces hemos publicado. En parte porque en esta noche de diciembre, concluyendo un año de los más duros de las últimas dos décadas, ningún funcionario de los organismos responsabilizados con las respuestas hizo acto de presencia para, al menos, escuchar.

Entonces esta periodista recordará lo que escribió en octubre de 2013 y será, lastimosamente, como si lo acabara de publicar: “Ojalá el delegado sea finalmente, y como dice su inscripción de nacimiento, una polea bien aceitada, que no se trabe ni chirree. Que mueva el resto de las poleas de abajo para arriba y que el movimiento continuo, no la inercia, le devuelvan el impulso de arriba para abajo. O que en lugar de verticalismos seamos capaces de construir horizontalidades, para que el poder del pueblo no se quede a medio camino entre el pueblo y el poder”.