Idel Evelio Cruz Martín tenía que buscar un calificativo para su negocio, con  precaución para no repetir la experiencia del año 2018, cuando le fue denegado el nombre de El Ángel porque correspondía a otra entidad. ¿Cómo buscar, de la noche a la mañana, una denominación que cumpliera los requisitos y sus expectativas?, se preguntó.

 
Después de  varias horas, se lamentó con su esposa: “Soy el típico cubano que pasa trabajo hasta para ponerle apelativo a un negocio”. Ella aseguró que acababa de decirlo: “Típico,  será la denominación que aprobarán y hará honor a tu gestión, a la forma peculiar de conducir el restaurante”.
 
Así surgió Típico Id & Ed, distinguido entre la gastronomía del municipio de Morón y primera mipyme de su tipo en la provincia de Ciego de Ávila, con categoría de bar-restaurante y una red de cafeterías en áreas céntricas de la Ciudad del Gallo, estas últimas creadas en el contexto de la pandemia de COVID-19.

Es una empresa familiar, con servicios de restaurantes, cafeterías, bares y parrilladas destinados a la venta minorista de alimentos ligeros, comidas y bebidas, reconocida sobre todo por la calidad en la elaboración de platos de las cocinas internacional y tradicional cubana, explicó el titular de esa entidad privada.

 
Aunque no goza de una posición privilegiada dentro de la urbe moronense, incluso se sitúa en una calle irregular y descolorida, logra posicionarse como un ente competitivo, por la calidad de los servicios gastronómicos, con Cruz Martín al frente, egresado del Centro Provincial de Capacitación del Ministerio del Turismo (Mintur) en 1997.
 
Él, además de dirigir, transmite a un equipo de jóvenes, egresados de la propia escuela, la experiencia acumulada al desempeñarse como dependiente gastronómico, capitán de salón y de bares, y submaitre en instalaciones hoteleras del destino turístico Jardines del Rey.
 
Leyanet Roque Portomeñe, una de las  dependientes gastronómicas,  asegura que encontró en Típico Id & Ed una excelente oportunidad, con mejores condiciones y un salario superior al de los restantes lugares donde ha trabajado.

Su colega de oficio, Arletys Tumbeiro Delgado, con experiencia de trabajo en cafeterías, puntos de venta y dulcerías, manifestó que este es un sitio de alto rango, donde los servicios gastronómicos se prestan con el rigor que se enseña en la academia, de manera que se convierte en otra escuela para los jóvenes.
 
El equipo al mando de Idel Evelio lo completan un par de cocineros, una ayudante de cocina, otros seis dependientes gastronómicos, dos fregadores e igual cantidad de agentes de seguridad, todos preparados para la labor que ejercen y con un rol decisivo en el funcionamiento de la instalación.
 
En el nuevo escenario sus saberes representan una garantía para cumplir los protocolos higiénico-sanitarios, más allá de normas elementales como la disposición de pasos podálicos y soluciones desinfectantes, el uso del nasobuco, distanciamiento físico y la constante higienización.
 
Se reconoce y acata la disposición de abrir el restaurante a media capacidad, con 30 plazas, aunque 25 bastan porque la inflación también se ha hecho sentir allí, con precios elevados que acentúan la diferencia con periodos anteriores, al disminuir la afluencia de clientes en los horarios de almuerzo y cena.

En el momento de la entrevista la empresa comercializadora Mercabal era la única opción para efectuar compras mayoristas, en tanto había  dilación en los trámites para establecer la cuenta bancaria facilitadora de los encadenamientos con entidades que le ofrezcan la oportunidad de adquirir productos a precios razonables.
 
Los vínculos con otros actores de la economía pudieran constituir la posibilidad para obtener productos como la langosta y el camarón, sin embargo,  preocupa que la mayoría de los recursos se expenden en moneda nacional, pero con un componente en moneda libremente convertible, lo cual encarece las ofertas a la población.
 
Todavía, explica Cruz Martín, numerosas entidades estatales  ofrecen resistencia para negociar con el sector privado, por tanto, urge continuar despejando el camino, de modo que se asimilen las transformaciones en el modelo de gestión.
 
En  cambio, ejemplo de  nexos con favorables resultados, lo experimenta con la Agencia de Viajes Cubanacán en Jardines del Rey, cuyos clientes visitan confrecuencia el restaurante para degustar un sabroso almuerzo, como colofón del recorrido por la Ciudad del Gallo.
 
No es casual que el vestuario de los trabajadores sea rojinegro―explica Cruz Martín―, responde al propósito de identificarse y revelar la familiaridad entre el centro y la Agencia, también para que el cliente no perciba un cambio de ambiente.
 
Hasta Típico Id & Ed llegaron Alexsandr  y Eugeniya Trisanov, junto a sus amigos Irina  e Iurii Tsvetkov, clientes rusos hospedados en el hotel Tryp Cayo Coco, quienes se mostraron sorprendidos pues no esperaban encontrar un lugar tan acogedor en una calle que no fuese del primer mundo.

Hace 15 años deseaban venir a Cuba, motivados por la belleza de sus playas, el tabaco, ron y carisma de sus habitantes. En su país se dice que la comida cubana es muy sabrosa, todos quieren probarla y muchos regresan solo para degustarla, comentó Alexsandr, el más conversador del grupo.

 
En aquel restaurante confirmaron la hospitalidad del cubano, además de encontrar ofertas variadas y con calidad para satisfacer los gustos más exigentes, incluso superiores a los del establecimiento turístico donde se encuentran alojados.
 
Ibel Rodríguez Bello y su familia aseguran que allí el ambiente es agradable, siempre los atienden bien y la comida tiene un sabor exquisito, por eso retornaron aquel domingo a festejar un cumpleaños.
 
Típico Id & Ed es, también, el espacio donde se descubren la cultura e identidad cubanas, no solo en comidas y bebidas, sino también en la bandera tricolor que cuelga de una pared y la imagen de Compay Segundo, por mencionar solo dos de los elementos que resaltan a la vista de los visitantes.
 El quehacer cotidiano reescribe y confiere mayor simbolismo al nombre de esa instalación gastronómica, donde el emprendimiento y la capacidad para sobreponerse a los problemas, cualidades típicas del cubano, constituyen las mayores garantías para progresar.