A cambiar las concepciones educativas para estimular conductas responsables en conductores y peatones que garanticen la preservación de recursos humanos y materiales, convocó Reinaldo Becerra Acosta, secretario general de la Comisión Nacional de Seguridad Vial (CNSV), desde la provincia de Ciego de Ávila.
Más que enseñar la Ley, urge instruir sobre cómo comportarse en la vía desde edades tempranas, lo que precisa la realización de actividades amenas y el desarrollo de iniciativas en los ámbitos educativo y comunicacional, reiteró tras analizar los resultados de la seguridad vial en el territorio avileño durante el año 2021.
El rediseño de las estrategias de educación vial deberá concebir como premisa el fortalecimiento de los vínculos con el estudiantado, considerando que “los jóvenes de hoy serán los conductores del mañana” y, en esas edades, los accidentes de tránsito se ubican entre las primeras causas de muerte en el país, recomendó.
Se impone aplicar la ciencia mediante el acercamiento a centros de investigación y universidades, con propuestas de capacitaciones y temas que tributen a la realización de tesis de culminación de estudios de pregrado y posgrado, cuyos resultados contribuyan a solucionar problemas en la vía, indicó.
Becerra Acosta se pronunció, además, por un mejor aprovechamiento de las tecnologías de la información y las comunicaciones para incrementar la cultura de conductores y peatones, lo que incluye el desarrollo de aplicaciones informáticas y juegos didácticos, dirigidos de manera fundamental a niños, adolescentes y jóvenes.
Las escuelas de Educación Vial y Conducción deben procurar aproximarse a los centros educacionales y crear oportunidades para el aprendizaje, como la constitución de aulas anexas en instituciones de la Enseñanza Superior, donde también se propone la fundación de cátedras de Educación Vial para desarrollar actividades académicas y científicas, explicó.
Ante el incremento de la peligrosidad de los accidentes de tránsito y la elevada cifra de letalidad en el país durante los dos últimos años―a pesar de las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia de COVID-19―, el llamado es a “pensar diferente, no hacer lo mismo”, enfatizó.
La gestión de la seguridad vial en el país no alcanza el estado deseado, debido a los más de 500 fallecidos en vías cubanas en el año 2020 y una cifra superior a los 600 en 2021, además de elevadas cifras de lesionados y hechos caracterizados como violentos e ilustrativos de transgresiones al Código de Seguridad Vial, dijo.
En ese contexto solicitó aumentar la exigencia a los responsables de mantener la disciplina en las diferentes rutas, fortalecer el trabajo intersectorial en función de educar y prevenir, y hacer un adecuado aprovechamiento de los medios de comunicación para la trasmisión de mensajes capaces de formar conciencia y sensibilizar a las personas.
Recordó que la seguridad vial constituye un derecho humano y los accidentes de tránsito representan un problema de defensa nacional que preocupa y ocupa al Estado cubano, quien promueve los cursos de educación vial, incluidos los de manipulación de las víctimas en el lugar del hecho.
En circunstancias económicas complejas, debido a una crisis multidimensional, se mantienen la reparación de vías, con prioridad en las de interés nacional y de mayor flujo vehicular, lo que implica optimizar las materias primas y la búsqueda de soluciones para suplir el déficit de recursos destinados a mejorar el estado de las vías.
El secretario de la CNSV comunicó que se encuentran en fase de prueba, en La Habana, los primeros semáforos de fabricación nacional, resultantes del aprovechamiento de capacidades humanas y materiales, y la aplicación de la ciencia e innovación.
Ernesto Ríos Cruz, director del Centro Provincial de Seguridad Vial, se refirió a la utilización de desperdicios de las industrias de materiales de la construcción y las cenizas de centrales y la bioeléctrica para preparar mezclas destinadas al sellado de baches y grietas en las carreteras.
Agregó que también se buscan alternativas con diferentes organismos y nuevos actores económicos para la fabricación de los tornillos y pedestales empleados en la señalización vertical.