A mal tiempo, buenas prácticas (II Parte y Final) (+Fotos e Infografías))

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A mal tiempo, buenas prácticas (II Parte y Final) (+Fotos e Infografía)

La destrucción provocada por Irma a su paso por la comunidad costera de Punta Alegre, al norte de la provincia de Ciego de Ávila, en el municipio de Chambas, constituyó una de las razones por las cuales Resiliencia Costera también centró su atención en Punta Alegre.

Las páginas del diario digital Invasor recuerdan que, en la noche del 8 de septiembre de 2017, el poderoso huracán desató las fuerzas del mar y destrozó lo que encontró a su paso en 250 metros. Al día siguiente “aparecieron embarcaciones pequeñas y medianas a 100 metros de la línea de costa, en tierra firme”.

Esta área está contemplada, además, entre las de mayor afectación a mediano y largo plazos por el ascenso del nivel medio del mar, un desafío ante el retroceso de la línea costera y aumento de la salinización de los suelos, lo que exige desarrollar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.

PUNTA ALEGRE: EL HURACÁN DE LA ADAPTACIÓN

A dos años de la intervención, Teresa López Seijas, coordinadora de Resiliencia Costera por el PNUD, consideró que se logra una pertinencia en el desarrollo de esa localidad, donde propietarios de fincas particulares y trabajadores de la UEB Forestal del municipio de Chambas han rehabilitado unas 50 ha de bosques de manglares.

A mal tiempo, buenas prácticas (II Parte y Final) (+Fotos e Infografía)Así quedó el litoral costero del poblado de Punta Alegre, tras el paso del huracán Irma, en 2017

Durante el reciente monitoreo a los resultados, a cargo de la señora Paola Larghi, evaluadora externa del proyecto, también se constató el impacto de la eliminación de especies exóticas, la conformación de pases ecológicos y la limpieza de canales, acciones que favorecen el crecimiento de las plantaciones y la regeneración natural de manglares.

En estas acciones de rehabilitación intervienen campesinos, los factores de la comunidad y las empresas Agropecuaria y Forestal del municipio de Chambas, quienes demuestran el compromiso y la sensibilidad con la restauración del ecosistema.

Manuel Castillo, director de la Unidad Empresarial de Base Forestal de Chambas, resaltó la responsabilidad de su entidad con el manejo de unas 50 ha, donde laboran 13 trabajadores y, de manera eventual, se suman otros para la recogida de semillas y siembra, en el área comprendida entre la desembocadura del Río Chambas y la playa El Mamón.

Desde su finca resiliente, con 79 cabezas de ganado y aporte anual de 18 mil litros de leche, Jorge Ariel asegura que hace años se implica en restauración de manglares, sin embargo, ahora la emprende con mayor fuerza, a partir de la adquisición de conocimientos científicos para el manejo del área y el mejoramiento de las condiciones materiales.

El mangle dañado lo aprovecha para la fabricación de carbón vegetal destinado al consumo social y familiar, además de realizar entregas a la UEB Forestal para la exportación y reforzar su encadenamiento productivo con una minindustria local destinada a la fabricación de derivados de la leche.

Foto 3 resiliencia costera mangles punta alegre

Los restos de los hornos de carbón vegetal también contribuyen a la regeneración natural de las plantaciones, aseguró este campesino, también motivado por desarrollar un biodigestor que sustentará con el estiércol del ganado y permitirá reducir el consumo de energía eléctrica en su vivienda, otras de la comunidad y la minindustria.

María del Carmen Olivera Isern, coordinadora de Resiliencia Costera en la provincia de Ciego de Ávila, consideró que estas inciativas se desarrollan a partir de la transferencia de conocimientos científicos por especialistas de los centros de Investigaciones de Bioalimentos (CIBA) y de Ecosistemas Costeros (CIEC).

A la gestión y el aporte de saberes también contribuye el recién inaugurado Centro Comunitario de Creación de Capacidades Comunitario y Gestión de Conocimientos (CCCC), donde se han formado hasta la fecha más de 50 personas en temas relacionados con enfrentamiento a desastres naturales y la conservación del ecosistema costero.

Ileney Igalza Galañena, coordinadora del proyecto internacional Resiliencia Costera por el CIEC, detalló que se incluyen estudiantes, directivos y trabajadores de sectores claves de la economía local, autoridades comunitarias y representantes de organizaciones políticas y de masas.

Yamilé Jiménez Peña, una de las coordinadoras de Resiliencia Costera en el territorio avileño, resaltó que se transfieren conocimientos a diferentes actores de la economía para favorecer el adecuado manejo del litoral y lograr una visión integrada de la reducción de riesgos de desastres y la adaptación al cambio climático.

Añadió que el centro promueve la sinergia entre Resiliencia Costera y proyecto internacional Conectando Paisajes, también con un sitio de intervención en Chambas (Finca Escuela con Enfoque de Paisaje Rincón Los Hondones), para extender las prácticas agroecológicas y el empleo de microorganismos eficientes desde las montañas hasta la zona costera.

Al fortalecimiento de las capacidades para el enfrentamiento a desastres naturales también tributa la creación, en el municipio de Chambas, del primer centro de gestión para la reducción de riesgos de desastres con visión integrada de esa actividad a la adaptación al cambio climático.

Rudy Montero Mata, director del Instituto de Geofísica y Astronomía, destacó que esa entidad constituye una herramienta clave para la toma de decisiones en función de preservar recursos humanos, materiales y ambientales.

Jorge Luis Garrido Vidal, presidente del Gobierno Municipal del Poder Popular en Chambas, manifestó la responsabilidad del centro con la preparación de dirigentes y habitantes de las comunidades, el apoyo a la gestión de los grupos multidisciplinarios, la actualización de los estudios de PVR y la facilitación del intercambio intersectorial.

Con el recuerdo latente de un poderoso huracán y a la par de la reconstrucción de un poblado donde 1 680 viviendas resultaron dañadas por las aguas oceánicas y fuertes vientos, Punta Alegre se prepara para no repetir experiencias similares, de la mano de un proyecto internacional que ayuda a descubrir las fortalezas en el entorno y sus habitantes.

 

Resiliencia Costera Sitio de intervención directa Punta Alegre 2 Ok

 

A mal tiempo, buenas prácticas (II Parte y Final) (+Fotos e Infografía)

 

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