Un acuerdo del Consejo de Gobierno en Ciego de Ávila busca poner coto al acaparamiento, reventa y especulación de artículos de primera necesidad, al incluir en la lista de productos regulados los pañales desechables, las toallitas húmedas y almohadillas sanitarias para la venta minorista en CUP de las cadenas de tienda Caribe y CIMEX.

Aymée García León, gerente comercial de CIMEX, y Miguel de León Reyes, especialista comercial de Tiendas Caribe, explicaron ante el Consejo de Distribución Provincial que en días anteriores la venta liberada de estos artículos generó colas, aglomeraciones e indisciplinas, a la vez que se comprobó la posterior reventa a precios especulativos.

“De conjunto propusimos llevar los próximos inventarios a las comunidades y comercializarlos mediante el sistema organizativo de los consejos populares”, explicó García León. De esta manera, productos de altísima demanda para un segmento minoritario de la población —es el caso de los pañales desechables— podrán llegar a quienes realmente lo necesitan.

En ese sentido, en cada territorio se conciliarán las bases de datos de la Dirección de Salud Pública, para el censo de mujeres embarazadas y paridas, y las de la Dirección de Trabajo y Seguridad Social (casos vulnerables), confirmó Orlando Díaz Rodríguez, subdirector de Prevención, Asistencia y Trabajo Social.

Los directivos de CIMEX y TRD informaron, además, que el expendio minorista en CUP de los cigarros H. Upman y Popular también se inserta en el sistema de distribución de los consejos populares, donde ya se vendía de manera regulada y dirigida productos de aseo (champú, pasta dental, detergente) y alimentos (pollo, salchichas y aceite, fundamentalmente).

Cuando en 2020 la COVID-19 y la escasez de recursos se combinaron y “parieron” colas desorganizadas y kilométricas, y reapareció la figura del colero-revendedor, cada Consejo de la Administración Municipal organizó las ventas a nivel de circunscripciones y CDR. Y aunque el proceso no ha estado exento de contradicciones y opiniones desfavorables, hay consenso en que el acceso a productos de primera necesidad es más justo.

De hecho, cuando a inicios de 2021 se dejó de distribuir mediante este algoritmo, el descontento popular se hizo sentir y volvió a enrumbar las decisiones en favor de la regulación. El principal problema, empero, sigue siendo el profundo desabastecimiento de las tiendas que operan en moneda nacional.