Prendas de vestir juguetes y otros accesorios agrupan el donativo que recibieron los niños del Hogar de menores sin amparo familiar de Ciego de Ávila, de manos de estudiantes y profesores del Instituto Preuniversitario Urbano Ernesto Guevara de la provincia.
Los príncipes de castillos de ensueños quienes enrutan su vida hacia el porvenir, agradecieron el gesto de infinito amor que devolvieron con sonrisas de caramelos, arropadas con nasobucos verdes, rojos y azules para protegerse del invisible virus.
En el encuentro efectuado a propósito del cumpleaños 61 de la Organización de Pioneros José Martí, los visitantes constataron las excelentes condiciones en que viven los infantes a la vez que dialogaron temas relacionados con sus aspiraciones e intereses.
En los pequeños reinó la alegría de vivir en un país donde se respetan sus derechos y son tenidos en cuenta, porque “Los niños son la esperanza del mundo”.
El Hogar de menores sin amparo familiar, de Ciego de Ávila, constituye un sensible ejemplo de cuánto hace el Gobierno cubano para garantizar el desarrollo pleno de la niñez, aun cuando por diferentes causas, determinadas familias no puedan asumir la crianza de sus hijos.