Aniversario 61 de la ANAP en Ciego de Ávila: entre logros y retos

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Aniversario 61 de la ANAP en Ciego de Ávila: entre logros y retos

 

Pese a las limitaciones de insumos como fertilizantes y plaguicidas, el déficit de diésel, el difícil escenario económico actual y el impacto de las ilegalidades, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en Ciego de Ávila genera más del 70 por ciento de la alimentación con destino a la población de la provincia.

Incluso, en las producciones de café, tabaco y viandas aumenta el dígito en un 10 por ciento. A la vez, en comparación con esta fecha del año anterior, el sector cooperativista crece en todos los renglones agroalimentarios, solo con la excepción del porcino en el que buscan una recuperación después de cambiar el sistema de contratación y optar por la cría del cerdo criollo de capa oscura.

“En aproximadamente 400 000 litros incrementó la cantidad de leche” de un año a otro, apuntó Wilfredo Martínez López, miembro del Buró de la ANAP, quien atiende la esfera agroalimentaria en Ciego de Ávila, para validar los avances de un año a otro, y como parte de las valoraciones que trascendieron en el transcurso del acto provincial por el 61 aniversario de la organización campesina, efectuado en Morón.

Sin embargo, los números expuestos no siempre satisfacen las expectativas ni las posibilidades de los avileños. “Las cifras no son tan altas por las complejidades que atravesamos, pero estamos creciendo en áreas para multiplicar los rendimientos y poner más alimentos en las manos de todos. La implementación de las nuevas 63 medidas permitirán progresar en la producción de alimentos y le da la alternativa al campesino de exportar y comprar desde piezas de repuesto hasta maquinarias”, expresó Martínez López.

“Nos corresponde elevar el rendimiento con eficiencia y sostenibilidad, aprovechar al máximo el fondo de tierra, aplicar los adelantos científico-técnicos, siempre con el objetivo de la disminución de los precios”, precisó Frank Güemes Alonso, presidente de la ANAP en la provincia, en sus palabras centrales.

A nivel político e ideológico recalcó el deber de “seguir profundizando en el funcionamiento interno, crecer en cantidad de asociados, fortalecer el trabajo con la Unión de Jóvenes Comunistas, con las mujeres campesinas y acabar con la corrupción, convirtiéndonos en fieles veladores de los derechos de nuestro pueblo”.

Enunció que sobraban las razones para celebrar el 17 de mayo en el municipio Morón, “tierra de ricas tradiciones, con diez organizaciones de base de la ANAP y que cuenta con un campesinado laborioso”.

El norteño territorio destacó sobremanera en los últimos doce meses por presentar un número mayor de asociados y por el fuerte impacto en el enfrentamiento a la COVID-19: los aportes a hospitales y centros de aislamiento.

Directamente, la CPA Enrique Varona mereció la condición de sede por pasar de ser una cooperativa con millones de pérdidas, hace una década, a estar entre las primeras en las proyecciones del sector cañero en Ciego de Ávila.

El encuentro, que recordó el 63 aniversario de la promulgación de la ley de Reforma Agraria y el 76 del asesinato al líder Niceto Pérez, sirvió para reconocer la labor de los campesinos con una amplia y satisfactoria trayectoria en la ANAP y también como estímulo para los que en el presente obtienen resultados altamente competentes y sobresaltan cualquier óbice.

Entre los que obtuvieron el mérito de vanguardia nacional se incluyó Eliecer Arsenio López Trujillo, de la CCS Lino Álvarez, del municipio de Primero de Enero, quien hace veinticinco años comenzó a trabajar la tierra y hoy posee una finca agroecológica de frutales que ostenta el título de Doble Excelencia en las categorías urbana y suburbana.

La escasez de recursos golpea al campesinado en general, pero la afectación es menor para López Trujillo, por no trabajar con abonos químicos. La agroecología también es una salvedad ahora y este campesino lo demuestra: “Los resultados no puedo decir que sean los mismos que con productos químicos; no obstante, entregué seis toneladas de aguacate el año pasado, entregué maíz, yuca, boniato… Utilizo el policultivo, y en mi finca de 2.17 hectáreas he tenido producciones de diez toneladas, lo que significa que es una tierra bien explotada. Sumemos que los productos orgánicos son sanos y doblemente importantes para niños, embarazadas, ancianos…”

Precisamente, Güemes Alonso finalizó su intervención con la invitación a que los logros “se multipliquen, para no defraudar a la Revolución ni a la confianza que esta les otorga a los pequeños gigantes”.