Florencia sabe dónde empieza el desarrollo

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Florencia sabe dónde empieza el desarrollo

 

Para visibilizar el desarrollo local como gestor de progreso, equidad y sostenibilidad, y conectar a los actores que tributan en los municipios a este fin, el Centro de Desarrollo Local y Comunitario (Cedel) lanzó en Florencia su campaña comunicacional El desarrollo empieza aquí.

La presentación, que a nivel nacional se hizo en marzo pasado, corrió a cargo de Melissa Pérez Ruiz, coordinadora del equipo de campaña de Cedel, quien destacó algunos de los objetivos, entre ellos sensibilizar a quienes toman decisiones en los municipios sobre la urgencia de propiciar el desarrollo desde dentro.

Durante el lanzamiento, que transcurrió en la sede del Gobierno de Florencia y contó con la presencia de las máximas autoridades políticas y administrativas del territorio, se resaltó el trabajo de larga data y los resultados que puede mostrar el municipio, uno de los cuatro escogidos para realizar las acciones comprendidas en el ejercicio comunicacional este año.

Pérez Ruiz dijo que se diseñaron tres etapas y cuatro momentos, con sus respectivas acciones, que van desde una semana de campaña (enfoque divulgativo, foros en barrios y comunidades, acercamiento a las escuelas), un taller de carácter nacional con la participación de comunicadores y periodistas, la feria de desarrollo local y un encuentro nacional de autoridades locales.

Las tres etapas del proyecto: “descubre tu municipio”, “impulsa nuevas ideas” y “protagoniza el cambio” prevén desbrozar un camino con enfoque estratégico, o sea, más que la sumatoria de emprendimientos se trata de una visión integral del municipio, tomando en consideración sus potencialidades.

En la jornada, el equipo de la campaña promovió dinámicas de participación entre los asistentes, para analizar cuestiones relacionadas con la identidad visual de El desarrollo empieza aquí. Se habló del significado de los colores, de cómo el lema central y el resto de las líneas de mensaje convocan a pensar estratégicamente y con visión de futuro, además de identificar amenazas y fortalezas.

Asimismo, se sentaron las bases para dos de las acciones diseñadas: la semana de campaña y la feria. Los asistentes protagonizaron una lluvia de ideas en la que esbozaron cómo conciben esos espacios de aprendizaje y participación.

 

Loma arriba y abajo

Podría parecer a simple vista que una campaña de comunicación no obrará el milagro del desarrollo local, porque, más que decir, lo que determina es el hacer. Sin embargo, desde 2019 las investigadoras del Cedel, Mailyn Castro Premier y Ana Hernández Apán, están insistiendo en que uno de los mayores impedimentos en la consecución de proyectos es la desarticulación de los actores.

Así lo enunciaron en el texto “Los proyectos municipales como protagonistas de la implementación de las estrategias de desarrollo municipal”, que citamos también en febrero de 2020, cuando el desarrollo local en Florencia parecía no poder subir, siquiera, la Loma del Aguacate.

Para ese momento dormían el sueño de la inercia los equipamientos de cuatro PDL coordinados por Prodel (proyecto internacional Fortalecimiento de Capacidades para el Desarrollo Local, que cuenta con financiamiento de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, COSUDE). Y aunque se prometieron soluciones, reflejadas por este periódico, lo cierto es que no se concretaron.

Dos años después, Julio Valentín Santana Cruz, coordinador de Prodel en Florencia, puede hablar con un poco más de sosiego de cinco PDL activos, cuatro en proceso y otros siete que ya cumplieron los plazos previstos por la cooperación internacional. Son, a no dudarlo, la evidencia irrefutable de que el grupo de desarrollo local del municipio no se ha detenido, a pesar de los pesares.

Finalmente, la pequeña fábrica de helados ha producido helados. Todavía no a escala comercial, porque los contratiempos han sido mayores que las voluntades. Del local ubicado en Tamarindo, que a inicios de 2020 estaba al 70 por ciento, hubo que “mudarse” sin haber estrenado equipo alguno. La mala calidad de la obra civil y las filtraciones obligaron a mover el proyecto de locación.

Ahora, la UEB Centro de Elaboración Las Palmas, adscrito a la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía y administrado por Luis Rodríguez Pérez, acoge las máquinas y neveras que, en condiciones ideales, podrían producir y almacenar hasta 40 tinas diarias. Suficientes para que los florencianos refresquen sus tardes en un Coppelia, aún por nacer.

Recorriendo la “última milla” anda también Ricardo Cardoso Sospedra, joven ingeniero que se “compró” el reto de poner a producir la fábrica de tubos plásticos gestionada por Prodel, utilizando materia prima reciclada. Aprobado desde noviembre de 2021 por un acuerdo del Consejo de la Administración Municipal, le va faltando un crédito bancario que le permita liquidez para salir a comprar las primeras virutas.

En ese mismo banco de la espera del financiamiento están “sentados” otros tres PDL activos del territorio (dos de producción de carne y el de helados), a los que el correr del tiempo no hace si no ponerles presión. Precisamente la morosidad, los trámites engorrosos y burocráticos, fueron deficiencias señaladas al sector bancario durante la reciente visita del Secretariado del Comité Central y su estructura auxiliar a la provincia. ¿Aplica ese señalamiento a Florencia?

“Los grandes desafíos del contexto cubano actual se corresponden con la producción de alimentos, la construcción y la reconstrucción de viviendas, la generación de energía, el abasto de agua, el mejoramiento y la preservación de las condiciones ambientales, la adaptación a los cambios climáticos, entre otros”, decían hace cuatro años las investigadoras del Cedel citadas. Esos desafíos se mantienen.

También de 2019 es la Constitución de la República, cuyo artículo 168 establece que “el municipio constituye la unidad político-administrativa primaria y fundamental de la organización nacional” y “goza de autonomía y personalidad jurídica propias”. Por tanto, es allí donde se pueden hallar las soluciones a esos desafíos y de donde puede nacer la transformación que demande el territorio. El desarrollo local tiene que ser la bujía de esas transformaciones.