26 de julio no se dice en Morón y Bolivia sin mirar hasta un par de meses atrás, cuando empezó a concebirse la reparación y reapertura de locales y servicios para el pueblo como la mejor manera de conmemorar la fecha.
Liván Izquierdo Alonso, miembro del Comité Central y primer secretario del Comité Provincial del Partido, dijo que hay una constante para seguir trabajando en todas ellas: garantizar ofertas para las comunidades vulnerables y “los que menos tienen”. “Hay una palabra que tenemos que cumplir y es la de que nadie quedará desamparado”.
Así, cuando este miércoles se fue, junto a Tomás Alexis Martín Venegas, Gobernador, a comprobar in situ la calidad de las transformaciones; todo empezó por el Consejo Popular Patria, de Morón, en el que Amelia Linares Hernández exhibía, complacida, “el centro más bonito de la comunidad”.
Amelia es la directora de la escuela primaria Camilo Cienfuegos, en la que 130 personas trabajan para la grandísima cifra de 680 estudiantes. La Camilo Cienfuegos fue impermeabilizada y pintada de punta a cabo. En septiembre recibirá a sus niños no solo con colores nuevos, sino también llena de los juguetes de papel y plástico reciclado que salieron de las manos de sus maestras.
Si algo falta aún, es la iluminación de las aulas, cuestión que, advierte el Gobernador, es esencial, porque “se echa a ver en unos años, en la salud de los niños”. Al respecto, Yoleysi Valdés Santiago, directora municipal de Educación, dice estar en búsqueda de las luminarias para comprarlas, gracias a que su presupuesto de inversiones en el año ha visto un respiro, con la reparación de escuelas como parte del programa para comunidades vulnerables.
Las alegrías son visibles en la Camilo Cienfuegos
También para los niños ha trabajado la dirección de Cultura y quedó claro en la ocasión. La Plaza Pío Leyva aún tiene mucho qué recuperar, y Héctor Hernández, al frente del sector en el municipio, habla de techar áreas, reparar baños y pintar.
Pero, en apenas días, sus trabajadores limpiaron y acondicionaron para que los niños pudieran ir al concierto de Lidis Lamorú, y también allí disfrutarán de la gira de La Colmenita.
Un poco más al sur de la ciudad, en el Plan Hortícola, el parque del proyecto comunitario Arcoíris acogía a D'Morón Teatro, y la alegría no era solo de los niños, sino también de madres y padres, que hasta bailaron hula hula y cantaron con los payasos.
Un mar de niños y familias disfrutando la función
“Esto que está haciendo Orlando —Concepción— y la Compañía es lo que necesitamos, que lleguen a las comunidades, no pensar solo en la ciudad —comentaba Liván Izquierdo—. Lo único que falta es que la gastronomía acompañe esto con ofertas económicas”.
Es la gastronomía uno de los puntos en que más fuerte, señalan, se debe trabajar en la provincia. Con esa premisa se chequeó el funcionamiento del punto de venta del Centro de Elaboración El Vaquerito, recientemente abierto en la Avenida de Tarafa, entre las calles Nueve y Diez.
La oferta del día incluía tres tipos de pescado, hamburguesas, croquetas, jamonada y chorizón mixto, que según Ridel Luis González, director del Centro, tienen una demanda que aporta cada día entre 20 000.00 y 30 000.00 CUP.
De gastronomía, y también de cultura y recreación, depende la calidad de vida de los moronenses en estos meses, con los niños en casa, de vacaciones.
Por eso garantizar destinos para la familia, como el Restaurante la Fuente y La Redonda, ambos de la Sucursal Extrahotelera Palmares, con buen trato y exquisito menú, fue una observación del día.
Pero también la de reforzar atractivos como la playa Brisas de Bolivia (más conocida como Cunagua) a la que llegarían más tarde las autoridades, o de la unidad El Turístico, en El Embarcadero, Morón, con piscina, juegos y comida a precios asequibles para las familias más humildes.
El miércoles, casualmente, se estrenaba una segunda piscina, para niños pequeños y, aunque aún no estaban llenas, ya los muchachos merodeaban y el restaurante alistaba sus cocinas.
A pocos metros, El Embarcadero exhibía su segundo motivo de alegría: el Consultorio Médico Número 12, pintado y arreglado, y con la doctora Yenisey Suárez Hernández feliz.
Según ella misma explicara, el inmueble, donde también está su casa, no tenía instalación para el agua, y hoy, además de lo mencionado, se repondrán incluso los muebles.
Ningún esfuerzo es poco para poner el consultorio “como lo merecen la enfermera, la doctora y la comunidad”, resaltaba el primer secretario, sobre todo porque desde allí Yenisey, según explica, se enfrenta a enfermedades crónicas, vertederos de basura y la propia vulnerabilidad económica del barrio.
Lo mismo explicaba en Sao Palma, municipio de Bolivia, Marislexy Hernández Gámez, doctora del Consultorio Médico Número 8. Allí se pusieron 126 000.00 CUP en función de las acciones constructivas, que benefician hoy a 1019 habitantes. “La calidad de las acciones sociales impacta en la calidad de vida del pueblo”, dejaba claro ella.
No lejos de allí, Bolivia mostraba una obra que, a juzgar por la cantidad de beneficiarios, o comparada con la envergadura de las Dos Banderas en la cabecera provincial, pudiera parecer nimia, pero es, acaso, de las más importantes.
Con flores en el jardín y la pintura reluciente, la escuela Tomás Romay Chacón acogerá en septiembre a sus 16 niños, casi nueva. Se invirtieron 294 000.00 CUP en pintura, cubierta, pasillos laterales, carpintería... para resolver un viejo reclamo de la comunidad.
Al entrar, Oscar Martinez Orozco, director de Educación, explicaría el impacto de la obra y hasta la significación del nombre de la escuela. Pero, antes de eso, e incluso antes de mencionar a las autoridades presentes, sus palabras fueron para agradecer por su danza interpretativa a Heidy, una niña de unos seis años que bailó preciosamente La Bayamesa, en voz de Eduardo Sosa. Hay gestos pequeños, que remiten a todas las esencias.