Déficits superiores a los 1500 megawatts (MW) han puesto mayor tensión al difícil escenario de producción de electricidad por el que transita el país desde hace meses.
Las repercusiones en territorio avileño no se hicieron esperar el lunes 8 del mes en curso cuando estuvieron apagados por más de nueve horas (hrs.) un máximo de 74 MW, cifra que representó casi dos tercios de la demanda durante el horario pico nocturno.
¿Qué estrategia se trazará en la provincia para minimizar, todo lo posible, las afectaciones a la población en escenarios de agravamiento como este? ¿En qué estado se encuentran elementos de la red eléctrica con esta contingencia? ¿Cuáles clientes están protegidos? De estos y otros temas comentó en conferencia de prensa Daniel Pérez García, director general de la Empresa Eléctrica Ciego de Ávila.
“La programación de apagones, elaborada a partir de tres bloques de 35 MW cada uno, ha sido imposible de cumplir, al sobrepasar esta cifra en los últimos días. En esa, lo previsto era una afectación de tres horas por seis con servicio.
“A partir de la grave situación de las últimas jornadas, se concibió otro plan de dos bloques, teniendo en cuenta el incremento de las solicitudes de afectaciones por el Despacho Nacional de Carga, en que, de darse el caso de un déficit entre 45 y 50 MW para la provincia, los circuitos estarán en un ciclo de tres horas con servicio y tres apagados; no obstante, de subir a más de 55 MW la afectación subiría a seis horas y disminuiría a tres con fluido eléctrico.
“Lo anterior depende de la disponibilidad de generación a cada momento del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), por lo que recomendamos a la población mantenerse actualizada a través de nuestras redes sociales de Internet y el canal en Telegram https://t.me/eecav”.
En el peor de los escenarios, los circuitos A208 y A110, vinculados al Combinado Lácteo, y los circuitos 2 y 3, que sirven electricidad al Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola, seguirán bajo el régimen de tres por tres, al igual que los de Micro Norte y Nereida en la ciudad de Morón, que proporcionan la energía al Lácteo de ese municipio. No hay circuitos protegidos, sino esos clientes.
Precisamente, el directivo señala el deterioro e inestabilidad que ha registrado el SEN durante los últimos meses, lo cual repercute en la “cuota asignada” a predios avileños. Si el promedio de tiempo de afectación mensual en abril fue de 16 hrs., mayo cerró con 47 hrs., en junio ascendió a 100,3 hrs. y julio terminó con 103,4 hrs.
Hechos que, por solo tomar un botón de muestra, el pasado mes provocó un aluvión de llamadas al Centro Telefónico de la entidad (18888) al registrarse más de 93 000 válidas, cuando el promedio mensual histórico no supera las 10 000. Incluso, tras un evento meteorológico de las proporciones del huracán Irma, fueron 35 000.
Con el restablecimiento de los circuitos ocurre el fenómeno conocido como coincidencias de cargas, al conectarse los equipos al mismo tiempo en hogares y centros laborales, lo cual provoca niveles de demanda nunca antes vistos. Además, incrementa el estrés al que se someten los elementos de la red.
Solo durante julio, dijo Pérez García, “se quemaron en la provincia 26 transformadores de distribución, 14 de ellos por sobrecarga. En la inmensa mayoría de los casos la reserva es mínima o no existe, por lo que se buscan alternativas desde el taller provincial para repararlos, recuperar piezas y también salvar su aceite”.
En cuanto al transporte, el directivo comentó que existen dificultades en el parque automotriz de la entidad, con una situación grave de la disponibilidad técnica, insuficiente para llevar a cabo todas las tareas. Muchas acciones de mantenimiento se ven condicionadas por ello, a lo que se suman las limitaciones de combustibles, para nada ajenas a este sector.
No obstante los imponderables, refiere que los trabajadores eléctricos avileños no descansan. Se efectúa por estos tiempos la poda como actividad principal de protección de las infraestructuras, así como el chequeo y reparación de los aterramientos (tomas a tierra ante descargas eléctricas). Todo ello sin pasarse más allá del tiempo de apagón, para no agregar mayores molestias a los clientes.
“Este incremento tan grande de la demanda por los apagones genera falsos contactos, de ahí también la necesidad de ajustar los diversos contactos de los conectores de la red. Se le hacen pruebas a los transformadores para evitar posibles averías.
“Aquí se trabaja bajo una presión muy fuerte. Esos obreros también tienen afectación en sus viviendas y deben salir a altas horas de la noche o madrugada a reponer una avería. Hay entidades que por su sistema de trabajo las averías las dejan y al día siguiente las resuelven, ese no es ni puede ser el actuar de los eléctricos.
“El reclamo es cuando existe una avería que implique extender los horarios de afectación tras el apagón programado, debemos seguirla en tiempo real, para más adelante limitar el tiempo que están sin servicio en ese circuito”.
Asimismo, se mantiene y refuerzan las restricciones al sector estatal, con énfasis en los horarios picos, incluso, a varias entidades de producción continua.
Acerca de la muy grave situación del SEN por la que atravesamos estos días, con déficits superiores a los 1000 MW, que ha llevado al territorio a planificar bloques con seis horas sin servicio y tres horas de electricidad, Pérez García espera que no se extienda por demasiadas jornadas, pero todo depende de la disponibilidad presente en las unidades térmicas.
Para finales de mes se prevé una mejoría dentro de la gravedad con la entrada de la unidad 4 de la Central Termoeléctrica (CTE) Carlos Manuel de Céspedes (Cienfuegos), tras mantenimiento, y la reparación e instalación del rotor de la turbina de la unidad 8 de la CTE Máximo Gómez (Mariel, Artemisa)