Con el precedente de un fenómeno hidrometeorológico extremo como el Huracán Irma, los trabajadores del Hotel Meliá Cayo Coco, en el destino turístico Jardines del Rey, al norte de la provincia de Ciego de Ávila, permanecen preparados para la actual temporada ciclónica.
Deivis García Jiménez, jefe de seguridad y protección de esa instalación, con categoría de Cinco Estrellas y perteneciente al Grupo Hotelero Gran Caribe, explicó que a partir de las experiencias de Irma actualizaron y reajustaron el Plan de Reducción de Riesgos de Desastre (PRRD).
De esa manera fortalecieron las medidas preventivas para lograr mayor efectividad en el enfrentamiento a ciclones tropicales, incluida la evacuación de bienes en habitaciones ubicadas en el segundo piso, agregó.
Con anterioridad los recursos eran preservados en plantas bajas, sin embargo, la experiencia del referido huracán, con categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, demostró que existía mayor seguridad en el segundo nivel para la protección ante las penetraciones del mar y fuertes vientos, precisó.
Ante posibles amenazas los clientes son evacuados en un plazo de 24 horas y en el hotel permanecen solo los trabajadores indispensables, quienes disponen de los recursos para su permanencia en el lugar hasta 14 días, en caso de ser necesario.
Para ese tiempo existen reservas de alimentación, 900 metros cúbicos de agua potable y estarían disponibles los mil de las piscinas para otras actividades, suficiente gas licuado en depósitos de 300, 500 y cinco mil litros, además de combustible para el funcionamiento del grupo electrógeno.
García Jiménez se refirió a la preparación de los trabajadores para el enfrentamiento a fenómenos hidrometeorológicos extremos, de manera fundamental durante el ejercicio Meteoro, efectuado con frecuencia anual, en el mes de mayo.
Permanecen atentos a los pronósticos del Instituto de Meteorología, que hasta el cierre de noviembre estimó la formación de 14 ciclones tropicales y ocho pudieran alcanzar la categoría de huracán.
Existe un 85 por ciento de probabilidades de que Cuba sea afectada por al menos un ciclón tropical y altas posibilidades de que uno, como mínimo, arribe con categoría de huracán, refirió García Jiménez.
Conscientes del impacto de esas acciones en la reducción de riesgos de desastres, los trabajadores aportan a la recuperación y conservación del ecosistema costero, de manera que los resultados ambientales también convierten a ese hotel en referente de la protección del entorno en Cuba.
La instalación turística, propiedad del grupo hotelero cubano Gran Caribe y administrado por Meliá Hotels International, dispone de 250 habitaciones, ubicadas en un entorno acogedor, con altos valores ecológicos y paisajísticos.
Ostenta el reconocimiento territorial ambiental por sus resultados en el cuidado y la protección de la naturaleza, así como la contribución al desarrollo de un turismo sostenible.
La recuperación en 2020 de 10.4 kilómetros de playas en Jardines del Rey, mediante el vertimiento de un millón 051 mil 787 metros cúbicos de arena posiciona en mejores condiciones a esa instalación hotelera al reducir la vulnerabilidad del sector costero ante eventos hidrometeorológicos extremos.
El establecimiento de plantas como el denominado arroz de playa, con raíces risumatosas que propician la acumulación y retención de arena, consolida las estructuras de las dunas, de manera que se reducen los efectos del oleaje y el viento, confirmaron especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.