Pareciera que inmunizar contra la COVID-19 a estas alturas es “noticia vieja”; sin embargo, han sido las dosis de refuerzo con Abdala y Soberana las que han marcado la diferencia en el enfrentamiento al virus, sobre todo, cuando la variante ómicron amenazó con dispersar el contagio.

Ahora han coincidido en el tiempo la aplicación del primer refuerzo en la población de 12 años y más, y el segundo refuerzo entre los mayores de 19, mientras que este 3 de agosto comenzó la campaña de administración del primer refuerzo a los niños de dos a 11 años de edad.

Según las valoraciones de Beatriz Barrera Lastre, funcionaria del Equipo Provincial de Vacunación, la provincia cumple los propósitos establecidos para la fecha, ubicándose en los primeros puestos a nivel de país, aunque esto no excluye las demoras en asistir a los vacunatorios, que ralentizan el proceso y obligan a devolver cada día frascos intactos a su cadena de frío original.

El ejemplo más evidente lo aporta Numey Venegas Ulloa, responsable de Vacunación en la Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología del territorio cabecera, pues de una planificación inicial de 36 sitios a los que podían asistir los niños de 2 a 11 años, por la poca afluencia se redujo la cifra a 19. Un 94 por ciento de inmunizados en este rango etario termina por confirmar que el ritmo no es el ideal.

No obstante, Barrera Lastre aporta otras estadísticas globales favorables: “Se ha aplicado el refuerzo a 298 217 mayores de 12 años, para un 99,5 por ciento de cumplimiento; en el grupo de más de 19 años, alrededor de 168 101 individuos, hemos llegado al ciento por ciento del universo previsto hasta el momento, y, en el caso de los niños, alcanzamos el 96 por ciento de inmunización”.

Ambas especialistas insisten en establecer fechas y es por razones obvias, pues uno de los requisitos para recibir el booster es haber cumplido seis meses desde la última dosis o del esquema primario y, si la persona enfermó, debe transcurrir igual lapso después del alta clínica.

Para estos fines permanecen habilitados en la provincia todos los Consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia (CMF), excepto en el municipio de Ciego de Ávila, donde son 81 los certificados, además de los cinco puntos establecidos en los policlínicos de cada área de Salud. A su vez, los recursos humanos, la técnica y los inmunógenos están garantizados.

Es lógico pensar que los mayores esfuerzos se concentran hoy en la campaña iniciada este 3 de agosto y, aunque se avanza con precisión, en septiembre, cuando otro grupo arribe al plazo determinado, el universo cambia y comienza otra vez la cadena de acciones. No dejemos para mañana el pinchazo que toca hoy.