Todavía la noticia no debe haber llegado muy lejos, porque este miércoles en la cafetería de la popular Esquina Caliente, de la ciudad de Ciego de Ávila, vendían completas a 35.00 pesos y no había cola.
Y obviamente un arroz amarillo a 25.00 pesos, un huevo hervido a 6.00 y una ensalada de pepino a 4.00, lo eran, en un contexto inflacionario donde una bolita de pan —sola, sin nada dentro— puede costarte 24.00. (Ni hablar de que pudiera comprarse sin molote; porque esa también podría ser la noticia)
Pues allí, el restaurante La Cueva ofertaba sus almuerzos sin tanta demanda, parecía, aunque sus trabajadoras admitirían que siempre regresan a “su cueva” con todo vendido. Es la misma estampa de otros lugares adonde han llegado 99 unidades gastronómicas de la provincia para adentrarse en barrios vulnerables o céntricas calles de la ciudad, con el mismo objetivo: vender alimentos con “una oferta de línea económica”.
El entrecomillado es de Pedro González Alfonso, subdirector de Gastronomía en el Grupo Empresarial de Comercio, quien al mismo tiempo se pregunta ¿qué es línea económica? “Lo más barato que podamos vender, casi al costo, que puede resultarle muy módico a unos y, aun así, quizás otros no lo vean tan asequible”.
Pero hasta este miércoles, los reportes que llegaban a su oficina hablaban de casi 84 000 raciones vendidas en un día, demostrando que la alternativa que había comenzado el 28 de septiembre —cuando el país se quedó en cero generación eléctrica— pica y “felizmente” se extiende.
Este entrecomillado es de Invasor y tiene dos lecturas: porque si bien casi la mitad de las unidades gastronómicas de la provincia se han sumado al llamado con ofertas asequibles y estables (cada día), el hecho también ha sido la respuesta a las dificultades que se sufren en los hogares.
Huelgan los ejemplos, agravados además de por los cortes eléctricos, por la extensión de los días para llenar el cilindro de gas. El pasado lunes se hizo efectiva la medida para los 12 puntos de venta de la provincia, y luego Ileana Valdivia Almanza, jefa del área comercial de CUPET, confirmaría que el llenado podría realizarse cada 26 días (en vez de cada 15, que era el tiempo vigente) y que se mantenían las 120 balitas diarias, como promedio, en cada punto. Puntos, que en la ciudad cabecera tienen asociados, cada uno, más de 4 000 clientes, por ejemplo.
cocineraNo obstante, que alrededor de 50 000 clientes en la provincia alarguen sus ciclos, no es el problema de una mayoría que no ha podido siquiera incluirse en los beneficios de un contrato. Por eso, cuando Pedro González confiesa que la Gastronomía apenas recibe el 30 por ciento de la cuota de gas de la que antes disponía, y que por tanto muchos de sus establecimientos “cocinan con marabú, con leña, con lo que consigan”, el hecho adquiere mayor trascendencia por las condiciones en que lo realizan.
“Un saco de marabú nos cuesta 300.00 pesos y tampoco es un suministro estable. La intención es mantenernos hasta que acabe el año, al menos. Lo hacemos con lo poco que tenemos, picadillo, mortadela, albóndigas, huevo, arroz con subproductos, croquetas de harina de yuca, caldosa, chícharo… A veces sale más barato si es con un porcentaje de arroz que todavía el Estado nos vende a 10.00 pesos la libra, en otras se compra a 45.00 en la calle y te eleva el costo de una ración.”
Son parlamentos que Pedro no dice de carretilla, pero que componen la estrategia para servir opciones módicas que lleguen a los más necesitados. “El primer día comenzamos rondando los 50 000 raciones u ofertas, y ya hoy nos llegamos a más personas y a más lugares”, confiesa el directivo.
Los testigos del municipio cabecera podrían estar ahora mismo en San Lorenzo, Canaleta, Camino de Jiquí. Desde Morón podrían confirmarlo en Tuero, Patria o Embarcadero. En Venezuela, Jagueyal, el 15, Carolina. En Primero de Enero, Trucutú, Grúa Nueva…
La lista incluye varias comunidades o puntos de los 10 municipios avileños y la idea, según adelantara el primer secretario del Partido en el municipio cabecera, Julio Gómez Casanova, es sumar también a otras entidades, aunque no pertenezcan a la Gastronomía. Todo el que pueda aportar alternativas al menú diario.