Temas de alto interés en la óptica del Tribunal avileño

 Aunque a escala de sociedad y de economía haya quienes piensen que no, y hasta le teman, siempre una acción de control, supervisión, intercambio o inspección reporta provecho para el visitado.

 

Aunque a escala de sociedad y de economía haya quienes piensen que no, y hasta le teman, siempre una acción de control, supervisión, intercambio o inspección reporta provecho para el visitado.

 

 

Con esa óptica, directivos, especialistas y trabajadores del Tribunal Provincial Popular de Ciego de Ávila (TPP) ven la presencia de diputados de la Asamblea Nacional que, respondiendo a una indicación del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez para la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos del Parlamento, han sondeado e intercambiado en el curso de esta semana acerca de temas medulares en la administración de justicia.

El contacto acrecienta su valor si se tiene en cuenta que particulariza en cuestiones tan importantes como los términos de solución de procesos, la ejecución, tiempo, casos pendientes; las devoluciones a Fiscalía, su control y cumplimiento de términos, los juicios orales, suspensión y causas, entre otros.

A pesar de que Ciego de Ávila cuenta con una gran fortaleza: el análisis que cada mes realiza acerca de la calidad, o de mostrar determinada estabilidad en varios indicadores e incluso tendencia al descenso en hechos significativos complejos, en el territorio no predominan aires de satisfacción y mucho menos excesos de confianza entre directivos y jueces.

Consideraciones expuestas por Humberto David González Figueroa, Presidente del TPP avileño, y exámenes in situ por parte de la visita, indican que, haber afincado la toga en torno a la preparación, superación y autosuperación de jueces (muchos de ellos jóvenes) tiene su expresión en resultados como los de apelaciones, que no exhiben crecimiento, o en la actividad judicial, donde predomina un alto nivel de juicios realizados.

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