Campesinos avileños ahora son vegueros en Pinar

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El pasado sábado, en la mañana, 30 campesinos avileños se montaron en una guagua y salieron escoltados hacia la punta de Cuba, después de la despedida de rigor —incluidos ahí los apretones que suelen darse los guajiros con tanta fuerza que asustan, aunque no sean inesperados.

Campesinos avileños ahora son vegueros en Pinar

Pero el domingo una fuerza mayor les hizo falta cuando vieron la magnitud del desastre, porque no hay en toda la geografía avileña ni la décima parte de la infraestructura tabacalera que tiene Pinar del Río, o que tenía antes de Ian: luego el 90 por ciento sería dañada, casi toda derrumbada.

Ver tantas casas de tabaco juntas, en el piso, debe haber intimidado hasta al más fuerte de los carpinteros que se montó en la yutong, justo en el monumento a la Trocha de Júcaro a Morón, donde fueron abanderados. El mismo lugar que cruzarían los mambises a machete limpio y desde el que se partió ahora (con machetes y hasta motosierras) también, porque desde antes ya se habían dado otras muestras solidarias en esta provincia, y ellos, acostumbrados a estar siempre haciendo algo, seguramente estaban con “picazón”.

Pues les llegó el momento y necesitarán de mucha más fuerza que la del huracán que despalilló, en triste coincidencia de términos, el tabaco pinareño, no solo en hojas, sino en cobija. Da igual si están en Consolación del Sur, que llegó a tener 2450 casas de cura y perdió 2412; un dato que podría redondearse y concluir con “allí se perdió todo”. O si los ubican en San Juan y Martínez, con 1739 casas de cura de campesinos productores en el piso, de las 1792 que tuvo hace menos de un mes.

Encima, además de mucho, tendrán que trabajar muy, muy rápido. El mismo sábado el delegado provincial de la Agricultura en Pinar del Río lo advertía al diario Granma. “La recuperación de las casas de cura debe hacerse en un tiempo récord que ya está caminando. Desde que se echa el semillero hasta que se recogen las hojas, pasan un poco más de 100 días, que es el plazo que tenemos para ensartar el tabaco en las casas que hoy están destruidas”.

Todavía no sabemos si ese será el tiempo que permanecerán allá los avileños. Imagino que el compromiso se hizo para ir, no para virar. Que no sea cuestión de semanas, amén de que otras provincias se hayan sumado a la recuperación, tal y como lo anunciaba un tuit del propio presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) este fin de semana.

Ah, en la guagua de Ciego de Ávila, también iban “unas cositas” para los damnificados. Desde aseo, ropa e implementos de trabajo, hasta el dinero que fueron recopilando las cooperativas en los últimos días. Algunas aportaron 2000, otras llegaron a 50 000. El monto total podría precisarse luego, pero lo más importante ya está dicho: los campesinos avileños ahora son “vegueros” en Pinar.