Asociación de Pedagogos con ojo crítico desde Ciego de Ávila

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Estimular en los maestros un pensamiento innovador que permita transformar la práctica educativa, para continuar aportando al perfeccionamiento educacional, es de los retos inmediatos hacia los que mira la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC), a las puertas de un nuevo año.

Asociación de Pedagogos con ojo crítico desde Ciego de Ávila

Así lo evidenció la Asamblea General de miembros de la APC, que este miércoles reunió, en Ciego de Ávila, a educadores de Cienfuegos, Sancti Spíritus, Camagüey y la provincia sede, quienes pusieron ojo crítico al 2022 en una asociación que tiene en la actividad científica su columna vertebral y que busca enaltecer la figura del maestro.

Interrogantes como qué nuevas acciones desarrollar para satisfacer las necesidades de superación de los docentes, o, cómo continuar promoviendo convenios de colaboración sobre Educación Popular, guiaron un debate que reveló insatisfacciones con una membresía que, si bien supera los 42 000 asociados a nivel nacional, este año creció discretamente, sin llegar al 10 por ciento previsto, en parte, por la insuficiente incorporación de nuevos miembros en las escuelas pedagógicas y las universidades, a falta de un trabajo sostenido en la motivación profesional pedagógica de los futuros educadores.

No obstante, se logró la afiliación de nuevos asociados en diversos sectores como el Inder, Cultura, Ministerio del Interior y las Universidades de Ciencias Médicas.

De ahí que, como afirmó el Dr. C. Gilberto García Batista, presidente nacional de la APC, este ha sido un año de recuperación, posterior a la COVID-19, en el que se ha tratado de reactivar la actividad científica, al ser esta la que suscita la incorporación de los educadores, y, por ende, el crecimiento de la membresía.

Los participantes coincidieron en reconocer que se ha logrado una activa participación en el perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, en particular en las escuelas experimentales, con acciones más protagónicas desde la investigación, posibilitando avanzar hacia las instituciones educativas que queremos tener.

Especial espacio dentro del quehacer de la asociación empieza a ganar la Educación Popular, cuyo enfoque se ha podido llevar adelante gracias a procesos de capacitación mediante diplomados, cursos, talleres y otras formas de educación posgraduada. Ello ha posibilitado estrechar los vínculos con los gobiernos locales, el Ministerio de Educación y otras organizaciones para poner a su disposición, así como efectuar diagnósticos a comunidades, los que han aportado experiencias valiosas.

De cara al 2023, García Batista explicó que se prevé fortalecer la actividad asociativa en los grupos APC— que constituyen la base— como primeros gestores de actividades para hacer en función de las necesidades de los educadores que allí participan. También podrán estos gestar sus propios eventos y estímulos, los que estarían más cerca de ellos, de la familia y de la comunidad donde accionan directamente.

Asimismo, dijo, la intención es incentivar la actividad científica de los territorios, en función de sus prioridades, y buscando alianzas estratégicas con las universidades, escuelas y diferentes instituciones, para lograr realmente un fortalecimiento de la membresía. Se pretende, además, a partir de dichas alianzas, reanimar la incorporación a maestrías, doctorados y diplomados que estén en función de las necesidades territoriales.

El encuentro fue propicio para reconocer con el Premio “Consagración al Magisterio” a los educadores Eduardo Batista Palacio Ortiz, de Villa Clara, Rosa María Campo Pérez, de Cienfuegos, y al avileño Wilfredo Osuna Rodríguez, quien desde hace 15 años se desempeña como director de la Escuela Especial Águedo Morales Reina, de la ciudad cabecera, como parte de las más de tres décadas que ha dedicado a la Educación Especial.