Las posibilidades de aplicar la inteligencia artificial (IA) en sectores priorizados fueron evaluadas durante un intercambio de la filial de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) en la región Camagüey‒Ciego de Ávila con representantes de diversos organismos e investigadores de esta última provincia.
La Doctora en Ciencias Yailé Caballero Mota, presidenta de esa institución académica, expresó que la comunidad científica cubana vinculada al desarrollo de la IA está posicionada a nivel internacional y evidencia un alto compromiso con la estrategia de desarrollo económico y social en el país.
Ejemplificó que durante la crisis sanitaria provocada por el virus del SARS‒CoV‒2, causante de la pandemia de COVID‒19, el empleo de esa ciencia permitió establecer tendencias sobre el comportamiento de esa enfermedad, de manera que favoreció la toma de decisiones encaminadas al control y enfrentamiento.
Destacó los beneficios del empleo de IA en diversas especialidades de la salud y en esferas como el transporte, la energía, educación, seguridad y el entretenimiento, aunque es aplicable a todas las áreas del conocimiento, a partir de su utilidad para resolver problemas de alta complejidad.
Enfatizó que por sus capacidades de análisis predictivos, constituye una importante fuente de aumento de la productividad y la eficiencia, de manera que crea ventajas competitivas y estimula el crecimiento de las empresas y la economía.
Facilita avances en todas las industrias a nivel internacional, con resultados positivos en la producción de bienes y servicios y mejores oportunidades para la satisfacción de los clientes y el mejoramiento de las finanzas.
Se refirió a las potencialidades de la IA para catalizar la reactivación económica y lograr el anhelado crecimiento productivo, a partir de experiencias de países como China, España, Bélgica, Estonia, Chile, Uruguay y Perú.
En el sector empresarial —detalló— se utiliza para recomendar productos y servicios, automatizar servicios de mensajería, reconocer voces e imágenes, segmentar audiencias, realizar operaciones comerciales, desarrollar y estudiar campañas digitales, personalizar productos y búsquedas, y crear contenidos.
En consecuencia —anunció— Cuba labora actualmente en el diseño de una estrategia para el desarrollo de esa ciencia, a partir del interés de la máxima dirección del país y con el propósito de aprovechar capacidades para materializar el progreso en áreas claves.
Elme Carballo Ramos, investigador de la Universidad Máximo Gómez Báez, del territorio avileño, consideró que la IA es transversal al progreso, por tanto, sugirió su implantación en el turismo y la agricultura, con el objetivo de aumentar la calidad de los servicios y la producción de alimentos, respectivamente.
Manifestó que en el actual contexto, cuando se habla de gobernanza con más ciencia, se impone avanzar hacia esas tecnologías para concretar las estrategias de desarrollo territorial.
Rafael Pérez Carmenate, delegado territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, valoró los posibles aportes al Programa de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional.
Viviano Moyano Trujillo, director de la Oficina Territorial de Control del Ministerio de Comunicaciones, concordó en que sin IA no es posible la transformación digital y resaltó los múltiples beneficios para impulsar la informatización de la sociedad cubana.
Asimismo, evaluaron la introducción de esta ciencia en la educación y el transporte, los programas y proyectos destinados al enfrentamiento al cambio climático y la biotecnología vegetal.
La filial de la ACC en la región Camagüey‒Ciego de Ávila conmemoró este 3 de febrero su tercer aniversario, oportunidad para reconocer los méritos y aportes de cuatro científicos asociados, todos pertenecientes a la casa de altos estudios avileña.
