Asere, ¡ya ves que pudimos!

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Tras caer el último out que le dio la victoria a Cuba sobre Australia 4x3 y con ello el boleto a la fase semifinal del V Clásico Mundial de Béisbol, en lo personal lo primero que sentí fue una alegría enorme y lo segundo recordar lo que escribí en este mismo espacio dos años atrás.

Asere, ¡ya ves que pudimos!

Y es que muchos me tildaron de conservador cuando afirmaba, una y otra vez, que no había crisis en el béisbol cubano por las derrotas que ya se hacían cotidianas en cuanta competición internacional intervenía la escuadra nacional.

En su momento escribí: “si hubiese crisis no tendríamos a tantos peloteros que hoy brillan en las Grandes Ligas de Estados Unidos. ¿O no es allí donde se juega el mejor béisbol del mundo?”.

Mi insistencia en este punto de vista no perseguía otro propósito que contraponerme a los que reclamaban un cambio total en los sistemas de preparación desde la base y culpaban a los entrenadores de los pésimos resultados en la palestra internacional.

No digo que no sea necesario mejorar en no pocos puntos si de estructura beisbolera se trata, pero es de “ciegos beisboleros” no reconocer que la salida de nuestros mejores peloteros, en busca de probarse en Grandes Ligas, era, y es, la principal causa de esos traspiés, e incluso de la merma en la calidad de nuestras lides domésticas.

Este Team Asere, por demás, no es ni la mitad de lo que podría ser si estuvieran en el todas las luminarias cubanas de la Gran Carpa, por lo que incluirse entre los cuatro grandes es ya prácticamente una hazaña.

Y un último detalle que no estaría bien obviar: desde hace años no se había visto un equipo Cuba con tanta armonía y combatividad en sus filas. Parecía que todos esos peloteros sumaban años en el colectivo. Este miércoles recordé la frase que un día le escuché a mi abuelo, que no entendía de pelota, pero sí de la vida: “divertirse y disfrutar de lo que uno sabe hacer, es la mejor manera de triunfar en cada tarea que uno se propone”.