La supervivencia de las plantaciones de cacao en más de seis hectáreas (ha) de la finca-minindustria La Candelaria, en Ciego de Ávila, es un buen augurio de que este importante renglón exportable, distintivo de Baracoa, Guantánamo, puede establecerse también en tierras avileñas.

Perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Patricio Sierralta, del municipio de Ciro Redondo, La Candelaria, con 100 ha de patrimonio, es una de las que tributa a la Empresa Agroindustrial Ceballos con jugos y pulpas de frutas.

Alexander Ramírez Marrero, propietario de la finca, explicó en exclusivas a la Agencia Cubana de Noticias que, para asombro de todos, porque todavía no es tiempo, hay floración en no pocas matas, lo cual indica que las atenciones culturales se han cumplido al pie de la letra y que en un año y varios meses más estén dando fruto.

Para lograr ese propósito, acondicioné un vivero con simiente certificada de la Estación Experimental Agroforestal de Baracoa, zona donde es mayor este tipo de producción en Cuba, y hasta allá he viajado, además, para adquirir los conocimientos necesarios en el manejo que debo darle, señaló Ramírez Marrero.

El cacao es una pequeña planta tropical que se cultiva por sus semillas en forma de almendra, las cuales son empleadas para elaborar el chocolate, de ahí mi interés en contar con ella en mis hectáreas, porque puedo cerrar un ciclo productivo y así aportar a la industria alimentaria que la demanda para disímiles dulces, refirió el experimentado campesino.

Mi objetivo es llegar a 18 hectáreas, pues como aplico el policultivo, las estoy sembrando intercalado con chirimoya y coco, acotó Ramírez Marrero.

La Candelaria distingue por sus plantaciones de chirimoya, cerezas, guayaba cotorrera, melocotón, aguacate, mandarina, mango, guanábana, marañón, limón, mamey, fruta bomba, entre otras.

Allí unas 70 ha están cubiertas de cocales, renglón que utilizan para hacer el dulce de ese fruto, que se comercializa con el sector del Turismo y en la red minorista con gran demanda y aceptación.

Ramírez Marrero aspira, también, cerrar el ciclo con esta planta, que la llaman el árbol de los 100 usos, entre ellos como suministrador de grasa vegetal, componente muy solicitado en la industria de la jabonería y perfumería, mientras que la masa vegetal resulta ideal para la fabricación de conservas y horchatas.

Existe un plan provincial hasta el 2026 para desarrollar el cultivo de coco, con el cual se quiere llegar hasta las 1260 hectáreas, pues el objetivo es garantizarle a La Candelaria el 70 por ciento de lo que se recoge y el otro 30 por ciento ofertarlo de forma natural en la red hotelera de la cayería del norte avileño, informaron fuentes de la subdelegación de Cultivos Varios en la Agricultura.