El once de Ciego de Ávila, que acaba de terminar segundo en la lid de Ascenso, debutará el venidero 25 ante Villa Clara en el campo deportivo Sergio Alonso Grandal, cuando se ponga en marcha el Torneo de Clausura de la 105 Liga Cubana de Fútbol.

Pero primero habrá una jornada para seleccionar los cuatro refuerzos que aportarán los equipos que no clasificaron: Camagüey, Cienfuegos, Holguín, Las Tunas, Sancti Spíritus, Mayabeque, Guantánamo e Isla de la Juventud.

Lo anterior quiere decir que el punto menos fuerte de Ciego de Ávila, su banca, ahora se verá fortalecido. No olvidemos que esta justa contará con 18 partidos para cada equipo y es vital contar con jugadores que puedan suplir a los regulares sin que se note la ausencia de estos.

Tendrá por tanto el italiano Lorenzo Mambrini que valorar muy bien, no solo a los jugadores que llamará al equipo, sino también las posiciones más necesitadas de reforzar.

La excelente actuación de los avileños en el Torneo de Ascenso sorprendió a quien escribe, pues se trataba de un elenco que en la anterior campaña no había clasificado, y que, para colmo de males, no contaría con tres de sus jugadores fundamentales: Jesús Rodríguez, Yasmany López y Tomás Cruz.

Por eso, no pocos pensaron que lograr la clasificación entre los primeros cuatro de la Zona Oriental sería un resultado para aplaudir. Y ya todos sabemos la historia: los discípulos del italiano tuvieron una clasificatoria perfecta (siete éxitos en igual número de salidas) y dominaron a sus anchas los partidos, con 18 goles anotados y solo dos permitidos.

Es evidente que el nuevo técnico fue exigente en grado sumo con su línea defensiva e hizo valer su concepto de que en el fútbol vale más la objetividad que la vistosidad. Al menos se vio a un equipo con mucha más disciplina táctica que en anteriores temporadas.

Fue por eso que escribí el pasado 22 de diciembre: “… no estaría mal que los federativos del fútbol cubano lo tuvieran en cuenta para que dirigiera la escuadra nacional. Si lo anterior sucediera, no me atrevería a augurar que el equipo triunfaría en competiciones internacionales, pero de lo que sí estoy convencido es de que no recibiría esas goleadas de escándalo y pena”.

Porque no se trata solo de su labor con Ciego de Ávila, es que ya logró el título en el 2017 con Santiago de Cuba y en esa oportunidad con la misma característica de demostrar que los indómitos eran muy superiores a sus rivales.

Si al director técnico del equipo se le seleccionara por los resultados competitivos en los últimos cinco años, yo voto por Mambrini; si fuera por conocimientos futbolísticos, yo voto por Mabrini; y si fuera por dedicación y amor por lo que hace, yo voto también por Lorenzo Mambrini.