Cuando en la década de los ‘90 tuve que escribir de aquel jardinero del municipio de Florencia que logró incluirse en el equipo Ciego de Ávila, de tantas figuras prominentes por entonces, no pensé que, casi 20 años después, tendría la necesidad de recabar sus opiniones como comisionado provincial de béisbol.
Ahora, Víctor Cuesta Padrón, quien en los dos últimos títulos de Los Tigres ha estado al frente de la entidad beisbolera del territorio, acepta responder mis preguntas, luego de concluir la labor de los dirigidos por Roger Machado en la LVIII Serie Nacional de Béisbol, en la que los avileños acaban de ubicarse en el cuarto puesto.
— ¿Satisfecho con el resultado?
—Es mejor responderte por parte. En la primera vuelta de 45 partidos, sin ningún refuerzo, alcanzamos el primer lugar, por lo que no hay dudas de que resultó una tremenda labor. En la segunda fase, con un conjunto mucho más sólido, terminamos en el cuarto puesto, y me atrevo a calificar de buena esa actuación. Enfrentamos los play off con una desventaja con respecto a los tres rivales que estarían envueltos también en la semifinal, pues todos nos habían ganado el enfrentamiento particular, es decir, no llegamos a esa etapa como otros años en que, casi siempre, partíamos de favoritos.
—Ya se habla de una posible recaída del béisbol en la provincia...
— Yo no diría tanto, pero si te puedo asegurar que no atravesamos el mejor momento. Recuerda que Ciego hizo un trabajo riguroso en el último cuatrienio, al extremo que, sumadas todas las categorías, estuvimos entre el primero y segundo lugares, pero de 2016 a la fecha han abandonado la provincia 20 peloteros de un talento reconocido en las edades entre 16 y 20 años, la mayoría de ellos ya están firmados en equipos de Grandes Ligas. No es que esté justificando lo incierto del futuro cercano, mas no hay dudas de que, ahora mismo, de no haber existido esas salidas casi masivas, tendríamos un mañana más seguro.
— ¿Entonces?
— No nos vamos a cruzar de brazos. Soy de los que piensan que la historia de Los Tigres no se queda aquí, aunque hay que trabajar. No podemos esperar llegar a la antesala de la venidera contienda para hacer las cosas. Queremos, por ejemplo, desde ahora, realizar un entrenamiento riguroso con el pitcheo de segunda línea, que tantos dolores de cabeza nos dio. Van a trabajar en esa área los mejores entrenadores con que contamos, y el venidero torneo nacional sub 23, que dará inicio en marzo, nos dará cierta luz de lo que podremos aspirar en la campaña 2019-2020.
— Pero la ofensiva también dejó mucho que desear.
—Es verdad, bateamos muy poco. Algunos, a la hora de juzgar al equipo, hacen sus comparaciones con años atrás, cuando contábamos con bateadores como Isaac Martínez, Yorelvis Charles, Danny Miranda, Roger Poll, Mario Vega y otros que coincidieron, en su momento, con figuras como Yoelvis Fiss y Raúl González. No creo que esta generación de peloteros pueda igualarse a aquella, sin embargo, lo cierto es que pueden batear más. Además, si logramos estabilizar un pitcheo efectivo de relevo, y la defensa vuelve a comportarse como esta vez, no tendremos que batear tanto para ubicarnos en la avanzada.
—Te invito a que me comentes la siguiente observación: Alfredo Fadragas, Lázaro Martín y Yuddiel González están llamados a convertirse en tres bateadores de fuerza que pudieran cambiarle la cara al equipo.
— Mira, ya el primero demostró que puede batear jonrones en esta pelota y, en el caso de Lazarito, en todas las categorías evidenció sus cualidades ofensivas. Yuddiel también ha producido por encima de 300 en las lides del sub 23. Nos urge que esos muchachos tengan más oportunidades. Creo que es el momento de desarrollar esos talentos, sin que esto conlleve a quitarnos el propósito de mantenernos entre los primeros. Otras provincias lo han hecho y ya comienzan a recoger los frutos. Es más, estamos obligados a hacerlo.
— ¿Podremos entonces seguir en la élite?
—Te seré sincero, si no logramos involucrar el trabajo de la fuerza técnica, desde ahora, con los mejores talentos, no creo que sea factible, incluso, clasificar para la segunda fase. Tenemos que interiorizar, a capa quitada, nuestras debilidades, y no justificarnos con que perdimos a peloteros jóvenes de gran valía. Si salimos "ilesos" en los próximos dos años, te aseguro que, a partir de ahí, tendremos nuevamente buenos equipos de pelota. Y no solo en la primera categoría. Contamos con buenos técnicos con muchos deseos de trabajar. Nuestra intención es que haya Tigres para rato.