Para que Los Tigres vuelvan a rugir

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Ya habrá tiempo —y espacios— para profundizar en el asunto, pero, por el momento, conocedor de que ustedes esperan al menos uno de los “porqué” para que Ciego de Ávila no avanzara al play off final de la LVIII Serie Nacional de Béisbol.

Ya habrá tiempo —y espacios— para profundizar en el asunto, pero, por el momento, conocedor de que ustedes esperan al menos uno de los “porqué” para que Ciego de Ávila no avanzara al play off final de la LVIII Serie Nacional de Béisbol, aquí les dejo algunos puntos de vista de quien, desde ya, les vuelve a repetir: Los Tigres no eran los favoritos.

Traigo lo anterior como primer punto, por los comentarios que leí y escuché antes de esta mini-serie, en las que algunos valoraron más la historia que las condiciones objetivas de un equipo. A los que enarbolaron la bandera del “Las Tunas no sabe ganar play off”, en su momento les recordé que, años atrás, lo mismo se decía de los avileños, y estos aprendieron a ganar esos juegos tensos.

Por tanto, no fue sorpresa, desde mi óptica, el 4-1 que lograron Los Leñadores, ni los dos tremendos juegos que lanzó el zurdo Yoani Yera, de quien también se decía que no ganaba “los buenos”; pues vean que ya sabe ganarlos.

La tropa de Roger Machado volvió a padecer del mismo mal que afrontó durante toda la temporada: pobre ofensiva, aun cuando, esta vez, estuvo bien reforzada con Edilse Silva, Oscar Luis Colás, Jefferson Delgado y Yordanis Samón.

Un cuarto puesto no es, a decir verdad, un mal resultado para un conjunto que, en la anterior temporada, no logró incluirse entre los seis que acudieron a la segunda fase, pero es evidente que los directivos beisboleros y entrenadores de la provincia tienen muchos detalles que resolver para venideras contiendas.fisssssssA poco se puede aspirar si el contrario puede, en la mayoría de las ocasiones, alcanzar una base más de la que le pertenecía.

Pero hay un tópico que preocupa más: el pitcheo de segunda línea fue un desastre en la lid y si el conjunto llegó a la fase semifinal se debió, en primer término, a que Vladimir García, Yander Guevara, Dachel Duquesne y Maikel Folch hicieron una “hombrada” en las aperturas.

Si la aspiración de Los Tigres es volver a estar en una gran final de la pelota cubana, la primera encomienda debe ser, precisamente, trabajar desde ahora con su pitcheo joven. Nadie pone en tela de juicio que el cuerpo de tiradores de un equipo significa un gran por ciento en las posibilidades de éxito, por tanto los mejores entrenadores del territorio deben priorizar esta tarea.

La dirección del béisbol en el territoio deberá decidir cómo explotar mejor el talento que tiene en la receptoría. Alfredo Fadraga; acaba de demostrar que puede batear en este nivel, mientras que Lázaro Martín —al igual que Fadraga, integrante de equipos Cuba juveniles— es un talento tanto a la defensa como con el madero, a la vez que Osvaldo Vázquez, a no dudarlo, aún puede ayudar mucho a la causa.

Estos temas no dejaremos de abordarlos en venideros trabajos, en los que darán también sus criterios los propios directivos de la pelota avileña. Por aquí les espero.