Resultó aplastante la ofensiva de Venezuela ante el pitcheo cubano: 15 imparables, entre ellos ocho extrabases que incluyeron dos bambinazos: lógica entonces su victoria por la vía del nocaut, 11x0. Mal augurio para los nuestros en el inicio de la Súper Ronda de la Copa Mundial de Béisbol Sub-23.

Fue como esos combates de boxeo en que uno de los rivales sale a terminar rápido las acciones. De evidenciarlo se encargó el primer bate Carlos David Rodríguez, al desaparecer la bola por la pradera derecha.

En ese inning inicial, Bryan Chi regaló un boleto y admitió dos imparables, para establecer el 2-0 en la pizarra, la que se amplió en el segundo tras ser castigado con hit y dos dobletes consecutivos. La “tapa al pomo” la puso entonces el cuarto bate Romer Cuadrado al disparar bambinazo ante el relevista Kelbis Rodríguez. Ya el juego estaba sentenciado.

A Kelvis le dieron con todo, pues soportó seis carreras limpias y nueve hits, uno de ellos jonrón del receptor Juan Fernández, para dejar tendidos en el quinto a los antillanos

La artillería de Cuba solo pudo producir cinco imparables, dos per cápita para Guillermo García y Yandi Yanez, y el quinto salido del bate de Rodoleisis Moreno.

El abridor Jesús Vargas dominó a su antojo. El muchacho pertenece a la organización de los Dodgers de los Ángeles, y traía un buen aval tras su victoria en la clasificatoria ante Colombia.

Este jueves los cubanos jugarán a partir de la 1:30 de la tarde, precisamente ante los cafeteros, quienes salieron por la puerta grande en esta fase al doblegar a China Taipéi, 5x4.