Ortografía en las escuelas: un coro de notas discordantes

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full profesora alumnosVarias décadas después de que la Lengua Española se considerara en Cuba una asignatura priorizada, un estudiante promedio transita por toda su vida escolar arrastrando los mismos errores.

El coro se oye desde lejos, aunque usted no ponga los pies más allá de la reja de la escuela. “Las que no terminan en n, s o vocal” recitan casi 30 voces, después de que la maestra solicitara repasar las reglas de la acentuación.

Tienen apenas ocho años y ya se lo saben de memoria, aunque la mayoría de ellos pase luego las pruebas de ingreso a la universidad sin saber acentuar correctamente una palabra llana.

Así lo manifiesta la tesis doctoral de Tomás Alberto Isaac Quesada, quien en la Sede Manuel Ascunce Domenech de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez estudió, hace cinco años, las habilidades ortográficas de los estudiantes nada más y nada menos que de la carrera pedagógica de Español-Literatura, y observó en las libretas de notas entre 42 y 78 errores en solo tres clases.

Y el problema se puede constatar lo mismo hacia el futuro que en retrospectiva, puesto que la presente investigación periodística halló suficiente evidencia de que los conocimientos sobre ortografía en la primera enseñanza tienen deficiencias basadas en la manera de abordarlos y la preparación de los docentes a su cargo.

Partitura exigente

De nada sirve que el castellano sea la segunda lengua materna más hablada del mundo, y la tercera en la comunicación internacional, para que resulte menos compleja, incluso, para los hispanohablantes.

Ello se debe a la alta flexibilidad léxica con las innumerables variaciones de género, número, persona gramatical, tiempo y modo verbales, sufijos y prefijos que permite la derivación de palabras.

En ortografía hay que tener mucho más en cuenta: el español mantiene una norma de acentuación muy precisa y un alfabeto de 27 letras o grafemas, que fonéticamente se corresponden a solo 22 fonemas o sonidos; de ahí las confusas oposiciones s-c-z, b-v, j-g, c-k-q, y otras que surgen en contextos más específicos.

• Descargue aquí el libro Ortografía de la lengua española.

Como si fuera poco, aprender ortografía no es divertido, a la par de complicado, o al menos así piensa Vanessa, abrumada por las actividades “largas” de su Cuaderno de Ortografía de quinto grado.

Según Meila Valero Pérez, metodóloga integral del nivel educativo Primaria en la Dirección Provincial de Educación de Ciego de Ávila, el Ministerio de Educación estipula que al terminar el sexto grado un estudiante debe ser capaz de escribir correctamente las palabras sujetas y no sujetas a las reglas ortográficas básicas; los hiatos, diptongos y triptongos; los signos de puntuación, las mayúsculas y minúsculas; además de las palabras homófonas y parónimas.

La ortografía y la gramática (que exige la correcta diferenciación y el empleo de las partes de la oración) se trabajan desde primer grado en función de hacerlos capaces de comunicarse de forma oral y escrita. La concepción de la Lengua Española como asignatura priorizada, se basa en la consideración de la lengua como parte de la identidad cultural, y como el mayor conjunto de signos que hace posibles el entendimiento y la expresión.

A la hora de hablar no parece haber nervios en nuestros niños, pero que la aplicación de un cuestionario sea motivo de que se rasquen la cabeza y miren hacia arriba, son síntomas de que escribir lo que piensan no les resulta tan sencillo.

Malas notas

Para diagnosticar hasta dónde se extienden las dificultades con la ortografía española, Invasor se valió de las respuestas a una encuesta sobre el conocimiento de la vida y obra de José Martí a más de 200 niños de quinto y sexto grados pertenecientes a tres escuelas avileñas, en la que se les pidió responder a cuatro preguntas de baja complejidad.

manos papelesEn general, las encuestas revelaron más de un único error

Los resultados validaron empíricamente lo demostrado por la ciencia, al arrojar que la incorrecta acentuación, la falta de signos de puntuación y de concordancia, además de la sustitución de grafemas, fueron los errores más comunes en la muestra.

El 90 por ciento de los alumnos fue incapaz de emplear correctamente alguno de los tres tipos de acento (el ortográfico, el diacrítico y el hiático) a pesar de que las reglas de acentuación son de las primeras en impartirse; casi el 40 por ciento sustituye los grafemas s, c y z; el 21 por ciento omite la h; y el 17 por ciento confunde los grafemas b y v.

Resultan llamativas otras tendencias como la escritura en bloque (3 por ciento), la separación indebida (6 por ciento), y el empleo incorrecto de palabras, que se derivan de la oralidad (10 por ciento), como la adición de s al final de las conjugaciones en pretérito (hiciste o dijiste), los vocablos “haiga, o dijiera”, y confusiones entre el infinitivo haber con la locución “a ver” y de hacer con “a ser”, que se trabajan dentro de las palabras homófonas y parónimas.

infografiaPero las conclusiones más llamativas no se derivan de los errores, sino de la corrección, porque los 21 niños que demostraron dominio de la ortografía pertenecían solamente a cuatro grupos, y 13 de ellos a un aula de 6to. grado de la primaria Águedo Morales Reina, en la cabecera provincial.

• Consulte una prueba de que la dedicación personal tiene el éxito esperado en Campeón en ortografía.

Entonces: ¿Qué consecuencias tiene la mala ortografía en edades tempranas? ¿Cómo puede revertirse la situación? ¿Es reversible? ¿Qué influencia puede tener el profesor en el aprendizaje de la ortografía? Hasta aquí los resultados suponen más preguntas que respuestas.

Compases repetidos

Las seis profesoras avileñas de Español-Literatura entrevistadas por Invasor parecen haber calificado las encuestas ya mencionadas cuando enumeran los problemas de la asignatura que se “arrastran” de la Enseñanza Primaria a las posteriores.

Maileisy Rodríguez Álvarez, Xiomara Quincoses Morell y Roxana Nieto Cervantes, del municipio de Morón, con 13, 43 y cuatro años de experiencia en la educación cada una, listan los usos de grafemas correctos, el uso de mayúsculas y signos de puntuación, el análisis sintáctico, la acentuación, la redacción, e incluso la lectura, como los contenidos y habilidades que no dominan bien parte de los niños que arriban a la Secundaria Básica, aunque reconocen diferencias, por lo general, relativas a la escuela de procedencia.

Aseguran que del diagnóstico inicial parten los ejercicios de gramática, y redacción, con la atención diferenciada.

• Sobre el hábito de estudio consulte la opinión de Invasor.

Sin embargo, algún eslabón falla cuando, tres años después, profesoras como Ana Estela González Carvajal, Raisa Rodríguez Menejías y Dalay Morgado Rojas, consideran que un estudiante de Preuniversitario promedio pierde aproximadamente entre 8 y 15 puntos por ortografía en cada prueba y, en lo fundamental, por esas mismas causas.

Yamila Ferrás Gómez, quien imparte Historia de Cuba, prevé que en la prueba de ingreso de su asignatura los estudiantes perderán, como mínimo, cuatro puntos por errores ortográficos, mientras que algunos han sido descalificados en los diagnósticos previos.

Si la Resolución Ministerial 238/2014, estipula que, para descalificar una prueba por ortografía, los estudiantes de décimo, undécimo y duodécimo grados no pueden pasar de 30, 25 y 20 errores en cada caso, lo que consideran sus profesoras les ubica, de modo alarmante, a medio camino.

Carlos Prado Pérez de Corcho, profesor del Departamento de Español-Literatura de la Facultad Pedagógica avileña, está acostumbrado a descalificar algunas pruebas de ingreso cada año, y detectar al menos ocho errores como promedio en un examen. Sin embargo, no considera que la magnitud haya crecido en la última década, más bien es constante.

• Lea sobre el resultado de las últimas pruebas de ingreso en Ciego de Ávila.

Se atreve a augurar como improbable que en la adultez se logren cambiar malos hábitos en la escritura, sobre todo porque la fonética del español en Cuba no suele distinguir entre la s, la c y la z, mientras que la b y la v no se diferencian en la pronunciación desde hace un par de siglos.

“Son errores puramente gráficos, porque la fonética ha variado mucho. Ese es el caso de la h, que pasó de sonar como una j suave a ser muda, y por eso reconocerla depende del dominio de las reglas o de la asimilación de las palabras, a través de la lectura”, explica.

 estudiantesAl salir del turno de Español, llevan un idioma alternativo en el bolsillo

Otro de los factores que influyen, se centra en el uso que hacen los jóvenes de la mensajería instantánea. Dejan la escuela a las 4:30 pasado meridiano, y segundos después se ponen a chatear en ToDus o en Whatsapp, donde las abreviaturas y los emoticones hacen casi todo el trabajo.

No obstante, la comunicación escrita, aún en las redes sociales, sigue dependiendo en su mayoría de los códigos lingüísticos, y un “¿Cuándo vienes?”, por citar una idea simple que los emoticones no pueden expresar mejor que el texto, se aprende a escribir en primaria, antes de que sea recomendable poseer un teléfono inteligente.

Quien dirige la orquesta

En 2008, la tesis de maestría de Rosario Paulina Yanes diagnosticó la preparación de los docentes del primer ciclo de enseñanza primaria en Ciro Redondo, y no obtuvo resultados halagüeños. Si fuera generalizable el dato de que el 70 por ciento de los maestros que enseñan a leer y escribir a los niños cubanos conocen las reglas ortográficas, pero les cuesta aplicarlas habría que “botar el sofá”.

• Lea sobre otros aportes de la academia a este tema.

Lo que sí está claro es que, aunque el sistema de educación cubano es único, la experiencia avala que el desempeño académico de los alumnos varía en relación con las aptitudes, y también en dependencia de la forma de impartir los contenidos.

Meila Valero Pérez menciona entre las directrices de la materia la aproximación a los contenidos de ortografía de tres maneras: directa, con clases específicas; sistemática, a través de sesiones dentro de otras clases; e incidental, cada vez que un alumno presente problemas.

No obstante, resulta de la investigación realizada por María del Carmen Pérez Cervantes la observación de que tiene mayor peso el trabajo con clases puras de la materia, que el trabajo sistemático.

Un ejemplo es que, según ella, la mayoría de los niños conoce las reglas de la acentuación (contenido de clases), pero solo el 38 por ciento sabe cómo aplicarlas (resultante del trabajo sistemático), y el 70 por ciento considera que esas clases son aburridas y monótonas. El sistema con que se garantiza su aprendizaje en la práctica se apoya en el dictado, la transcripción y la memorización.

La práctica de la ortografía a partir de palabras de uso común, o puestas en contexto, dejar que los alumnos que ya cursan el segundo ciclo deduzcan las reglas ortográficas a partir de la presentación de palabras con escritura similar, pudieran ser los antídotos.

Con el estímulo de la lectura, la comprensión textual, sopas de letras y crucigramas para entender el idioma como un sistema, María del Carmen redujo de seis a dos el número de alumnos desaprobados por ortografía en la muestra de su investigación.

Como casi todo, la corrección en la ortografía parte de hábitos que empiezan también por casa. Muy difícil será convencer a un niño de tercer grado de ponerse a leer La Edad de Oro, si desde hace siete años los padres le ponían a dormir viendo La patrulla canina o jugando en la tablet.

personasLos servicios de impresión derivan en muchos casos en centros improvisados de investigación académica

No habrá costumbre de revisar lo escrito conscientemente, si solo lo hace en el repaso para la prueba, a la vez que el profesor de Química escribe endotérmica, y el de Biología homeostasis, sin recordar las reglas o la etimología de los conceptos.

• Acerca del papel de la familia, consulte la opinión de Invasor.

Mientras el enfoque no sea sistemático y multilateral, y ellos se entiendan con sus jergas entre “durakos”, la ortografía seguirá siendo un coro en el que todos cantan, pero muchos desafinan.

Tomado del Periódico Invasor:http://www.invasor.cu/es/secciones/sociedad/ortografia-en-las-escuelas-un-coro-de-notas-discordantes