A enfrentar los desafíos y retos del nuevo año con una manera diferente de hacer, con soluciones propias de cada lugar, convocó Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, en Ciego de Ávila, territorio por donde inician un grupo de reuniones con las máximas autoridades de las provincias.
En el intercambio, al cual asistieron Manuel Marrero Cruz y Roberto Morales Ojeda, Primer Ministro de la República de Cuba y Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, respetivamente, comentó que con este tipo de reuniones se busca una transformación en la actitud y una comprensión del momento que vive el país, de la necesidad de revertir la situación en el menor tiempo posible y que mucho depende de la manera en que los cuadros enfrenten las tareas en todos los ámbitos de dirección.
Para nadie es un secreto que el día a día de los cubanos y cubanas en el año 2022 fue muy tenso por las carencias, presiones; con gran complejidad en la vida cotidiana, sobre todo las provocadas por la Covid, la inestabilidad del sistema electroenergético nacional y el bloqueo, entre otras causas, incluidas las 243 medidas puestas en prácticas por la administración de Donald Trump y que mantiene la administración del actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Pese a ello, aseveró, hay una sensación de esperanza; hay un ánimo para revertir y transformar la situación. «A nosotros nos toca alimentar la esperanza y el optimismo para que la difícil situación económica no haga peligrar la confianza popular en la revolución.
«Se trata de que todos nos entreguemos a responder la interrogante de cómo vamos a revertir, urgentemente, la realidad que estamos viviendo. Para eso es necesario concentrarnos en lo verdaderamente importante y aunar los esfuerzos en la dirección correcta para robustecer y fortalecer la certidumbre en torno a la revolución, a consolidar la idea de que el socialismo es la alternativa más viable para la prosperidad y el desarrollo de nuestro país».
Aseveró que la creatividad y la resistencia se resienten cuando se choca con la burocracia, la desidia y la corrupción que tenemos que admitir que existe en determinadas capas intermedias y pone obstáculos donde realmente se necesita la solución.
Refirió que hay un pueblo que espera porque se desaten las verdaderas potencialidades, las reservas productivas que propicien más el incentivo y no los lastres que frenan el desarrollo; un pueblo que espera por el necesario despegue de la empresa estatal socialista, que la agricultura dé respuesta a la producción de alimentos.
Llamó a sacudir la inercia, desterrar el burocratismo y la autocomplacencia. «No cabe el freno, ni la existencia en la práctica de soluciones que no son funcionales. Tiene que haber un mayor involucramiento popular en todo lo que se haga.
«Tenemos que asumir el reto de que sí se puede superar la crisis que vive el país. Tenemos que estar conscientes de que es posible hacerlo; una crisis que depende del bloqueo y de la situación mundial, porque todos tenemos capacidad para aportar más a la transformación revolucionaria, estudiando los problemas y analizando las contradicciones, comparando, tomando en cuenta los criterios de la población y de expertos, siempre asumiendo en cada decisión un enfoque anticapitalista, que prevalezca siempre la lógica de emancipación socialista».
El presidente cubano anunció que en octubre del presente año se desarrollará la conferencia nacional del partido para no estar estático y pasar revista a lo realizado hasta ahora y lo que falta por hacer.
En una de sus intervenciones, Morales Ojeda aseveró que «tenemos un gran reto y compromiso con nuestro pueblo, en mejorar el bienestar y la calidad de vida, y eliminar progresivamente todo lo que lo impide: inflación, desabastecimiento, calidad de los servicios, devaluación monetaria, corrupción, ilegalidades».
Marrero Cruz, por su parte, precisó que se viven tiempos diferentes y se necesita hacer cosas diferentes. «No podemos entrarle al 2023 haciendo más de lo mismo. Hay que trazar metas concretas, ponernos indicadores. Y el centro de todo aquí es el municipio».
Ciego de Ávila, como una de las provincias estratégicas para el país en la producción de alimento, debe agilizar la entrega de tierra a los productores y a más de 30 organismo del territorio, en condiciones de asumir una gran cantidad de las más de 26 000 hectáreas ociosas para dar la respuesta productiva que necesita el territorio y el país en la producción de alimentos.
Ante esa realidad, Liván Izquierdo Alonso , miembro del Comité Central del Partido y su primer secretario en Ciego de Ávila, expresó a la máxima dirección del país que entre febrero y marzo próximos los organismos del territorio tendrán disponibles sus correspondientes hectáreas de tierra.