El regreso del 14

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Dany Miranda

Los Tigres del béisbol avileño en condiciones de dejar de ser animadores en la venidera Serie Nacional. «Iremos por la clasificación», dice el nuevo director, el olímpico Dany Miranda

 

Quienes no lo conocen en detalles van a la envoltura y se dejan llevar por la apariencia; quienes hemos intercambiado con él, con la verdad como arma, fuera de toda componenda, sin intrigas y con la palabra sincera, saben que Danny Miranda Agramonte, el nuevo directo de Los Tigres avileños a la Serie Nacional 63, dice lo que piensa, sin habladuría y sin ambages.

El oriundo del pueblito La Palma, en el municipio avileño de Chambas, se desempeñó como director de las categorías escolar y juvenil, la Sub-23 masculina y la de mayores en el sexo femenino, todas con buenos resultados y, algunas de ellas, con participación en eventos internacionales, hasta que, sin pretenderlo, se convirtió en timonel de Los Tigres del béisbol avileño.

Tal vez, muchos conserven aún la imagen del atleta activo, irreverente, malcriado en ocasiones, de andar lento fuera del estadio y agilidad felina dentro del juego, capaz de conectar una línea de hit, un doble, un triple o un jonrón, atributos al que se unía el potente brazo y la excelente defensa.

Sin olvidar a aquel Danny, prefiero al de la actualidad, el mismo en que uno de estos días previos al comienzo de la actual Serie Nacional, intercambió sobre el equipo avileño de béisbol, tres veces campeón nacional, pero acechado por el éxodo de peloteros hacia otras ligas y por el retiro de algunas figuras establecidas; muy menguado cuando uno repasa la nómina.

—¿Una radiografía del conjunto?

—Con lo que tenemos podemos avanzar en el camino de la clasificación. Lo que hay es que amarrarse el cinto y tener mentalidad ganadora; no pensar en que somos un equipito animador de series nacionales. Ya vez, sin tener el mejor conjunto en la historia del beisbol avileño, lograron tres campeonatos y así revirtieron la historia.

—¿A eso aspiras en el debut como director, a revertir la historia más reciente?

—Los Tigres tienen una historia. Esa está escrita, así que no habrá que revertirla. Reinaron durante toda una década y eso no es fácil. Ahora habrá que salir de nuevo a conquistar la gloria y si no podemos llegar a ella, al menos, acercaremos, siempre con el máximo de esfuerzo. Esa es mi filosofía. Además, como está el béisbol en Cuba, los equipos están parejos y creo que va a decidir la preparación que tenga cada uno. Y nosotros nos hemos preparado bien.

El equipo que saldrá al diamante es viejo, con algunas bajas como Yorbis Borroto, Vladimir García, Abdel Civil y Raúl González, quien no jugará en la primera subserie.

—El conjunto tiene un promedio de edad de 27 años. Nos es viejo. Lo integran atletas con experiencia y eso constituye una fortaleza. Esas figuras han sido claves en anteriores series, pero hoy no están. En el caso de Raúl González tiene algunas dolencias, pero en el conjunto nadie es imprescindible y todos son necesarios. Siempre jugarán quienes más se entreguen y más rindan en el terreno de juego.

—¿Se especula que algunos muchachos que están fuera de Cuba han pedido jugar con usted e integrarse al equipo? ¿Pudiera mencionar algunos nombres?

(Ríe)

—No son especulaciones. Es la realidad. Hay nombres reconocidos y queridos por la afición que un día decidieron andar por otros caminos. Si mantienen un nivel acorde con los de acá y con los requerimientos, las puertas están abiertas. No quiero adelantarme a los acontecimientos. Ellos dicen que quieren integrarse en la postrimería de la serie, que quieren ayudar. No me gustaría mencionar nombres, pues todavía falta mucho. No quiero levantar expectativa.

Veo mal el área de los lanzadores y el bateo de largo alcance.

—El área de los lanzadores no anda tan mal. Tenemos cuatro abridores buenos y con experiencia. Los relevos llevan años y algunos lanzan o se acercan a las 90 millas, con la inclusión de un juvenil que es muy bueno. No está tan mal, como dicen algunos.

Fortalezas y debilidades.

—Entre la fortaleza se encuentran la ofensiva y la defensa. La debilidad está en la lentitud.

¿Para suplir esas carencias, en qué basarán la estrategia de juego?

—Apelar al corrido y bateo en función de la ofensiva, entre otras cosas que hemos pensado.

¿Pronóstico ante la cercana Serie Nacional?

—Clasificar y después seguir avanzando. Yo tenía una visión de juego como atleta, pero no es lo mismo analizarlo y asumirlo como manager. Todos estos años, en verdad, me han servido de mucho, pero estoy seguro que aún me queda mucho por aprender. Estoy rodeado de entrenadores muy conocedores y con los cuales formamos un buen colectivo de dirección, con jugadores deseosos de brillar. MI pronóstico es clasificar a la Liga Élite.

—Será como pedirle peras al olmo

—No lo creo. Solo te diré que luciremos bien en el terreno y jamás tiraremos la toalla. Son muchos los ejemplos de «equipos estrellas» que han sido la decepción y de humildes que han dado más de una sorpresa. Qué sentido tiene el sacrificio si no cumplimos un objetivo determinado. Dentro de esas dos rayas largas que se extienden desde el home hasta los jardines muchas cosas pueden pasar.