La existencia de árboles en nuestras redes es el elemento de mayor incidencia negativa en la calidad del servicio eléctrico, el ejemplo concreto fue el Huracán Irma, donde el 92 % de las averías fueron provocadas por caída de árboles sobre las líneas.

La indisciplina social (incluye la estatal) influye considerablemente sembrando árboles en la franja se seguridad de las redes y no podándolos. Una vez que estos se aproximen a las líneas nuestra empresa tiene que realizar acciones de podas que implican gastos adicionales para la organización y las molestias a los clientes del circuito afectado. En el Decreto 177 del Consejo de Ministros y firmado con el Comandante en Jefe establece las normas a cumplir debajo de las redes eléctricas para su correcto funcionamiento. Los planteamientos que se generen relacionados con la actividad de poda serán analizados de forma que el responsable (entidad o elector) de la acción coordine con nuestra empresa para la solución del planteamiento.