Como cada año, los cuadros de ETECSA se reúnen para ratificar su compromiso con los valores y principios ineludibles para todo el que tiene la inmensa responsabilidad de dirigir.
Ni el frío ni la llovizna de la mañana del 20 de diciembre, impidieron a los cuadros de la División Territorial de Ciego de Ávila reafirmar su compromiso incondicional con la Patria. El Conjunto Escultórico de los Potreros de Lázaro López, el cual señala la conformación definitiva del Ejército Invasor en la guerra del 95, sirvió de escenario para realizar el simbólico acto de la firma del Código de Ética.
En ese lugar sagrado de la Patria, que fue declarado Monumento Nacional por señalar uno de los momentos cruciales de la gesta independentista, se concentraron en parada militar alrededor de cuatro mil mambises de Las Villas, Camagüey y Oriente como símbolo de la tan ansiada unidad de los cubanos en su ideal independentista, defendida a ultranza por José Martí.
Para honrar la constitución del Ejército Invasor, el pueblo de Ciego de Ávila edificó un conjunto arquitectónico, que consta de un muro en el que aparecen dos gigantografías con Gómez y Maceo, la ruta de la invasión desde Mangos de Baraguá hasta Mantua y un machete de 11 metros de largo, en posición de combate.
Los habitantes de Lázaro López son fieles guardianes de este sitio histórico que perpetúa el ideal de unidad de las fuerzas insurrectas y, con ello, la del pueblo en su batalla por la independencia. Así lo demostró el historiador del lugar, Orelvis Hernández, a través de una amena y apasionante charla relacionada con el significado del conjunto escultórico.
En un segundo momento, los presentes colocaron una ofrenda floral en la tarja erigida en memoria del general Ángel del Castillo Agramonte, más conocido como La Tempestad a caballo y a quien Máximo Gómez, que no era muy dado a los elogios, calificó de ¨cubano imponente, de valor temerario y de ¨loco sublime¨.
Luego de dar lectura a los Preceptos del Código de Ética de los Cuadros del Estado cubano se dio paso a la firma del mismo, solo que esta vez de una forma novedosa: A tono con los tiempos que corren, y gracias a la ayuda de los especialistas de la DCIE, cada cuadro contó con un código de respuesta rápida (QR por sus siglas en inglés) para patentizar su responsabilidad como dirigente de actuar según los valores y los principios establecidos.
Para finalizar, se realizó una visita a la escuela primaria del poblado, donde se conservan piezas pertenecientes a asentamientos aborígenes y otras relacionadas con nuestras luchas independentistas.
Sin dudas, una jornada para atesorar en la memoria de los cuadros avileños.