Por décimo día consecutivo las altas superan a los confirmados y tal tendencia nos dibuja un panorama favorable que los totales demuestran de la siguiente manera: 447 casos activos y 1277 altas, al cierre del 11 de mayo.

Esas altas representan ya el 70,6 porciento de los confirmados en Cuba y no parece que la brecha entre casos activos y altas pueda acortarse; al menos a corto plazo.

El comportamiento de los últimos 15 días nos viene diciendo que se amplía positivamente cada vez más. Mientras el ritmo de los confirmados desciende de una semana a otra, a menos de la mitad, las altas se mantienen en cifras estables.

La positividad ha estado por 10 días a menos de un dos por ciento y la cifra testeada sigue por encima de los 1 800. No hay indicios que justifiquen que tenemos menos confirmados porque buscamos menor cantidad. Como tampoco los hay de que esta decena de buenas noticias se mantenga estable en los días que vienen.

Más de una vez el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología, del Ministerio de Salud Pública ha insistido en que las segundas oledas, los rebrotes o los ascensos son posibles, si las medidas de restricción no se hacen sostenibles.

Y esa sensación de alivio —exacerbada sin querer por la prensa que se hace eco de la bajada en la curva de contagios—, puede ser peligrosa, mientras nos movemos cuesta abajo. Hoy, por ejemplo, se reportan ocho casos del municipio habanero de Playa, cada uno con 63 contactos. Vuelven los casos arañas. Y hoy, además, un caso sin fuente de infección corresponde al municipio de Centro Habana, razón de más para que las medidas extremas adoptadas en el municipio más densamente poblado, se mantengan.