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    Frutimorón: el mercado de la añoranza

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    Frutimorón: el mercado de la añoranza

    Detrás del mostrador, Rosa María permanece ociosa. Mira hacia el exterior del establecimiento, aprecia que los clientes son muy pocos y mucho menores las probabilidades de ventas, aunque es casi mediodía y el calor incita a beber algo refrescante.

    Habla con añoranza de los días en que tomar un jugo o llevarlo en recipiente para consumir en casa, era un suceso frecuente entre los clientes del mercado Frutimorón.

    “Ahora ―comenta con desconsuelo― la venta es muy poca, para no decir ninguna; en un día no rebasan los 20 vasos. Antes, cuando los jugos tenían menor costo, recaudábamos hasta 2 000 pesos en una jornada. Los clientes se quejan de que están muy caros a 5.00 pesos el vaso. Si alguien decide comprar un pomo de uno y medio litros, le cuesta 35.00.”

    LUCES Y SOMBRAS

    Líder en el mercado nacional y, con amplias posibilidades para posicionarse en el ámbito internacional, la Empresa Agroindustrial D Cballos representa el modelo de empresa estatal socialista y se ubica entre las de mejores condiciones para enfrentar la Tarea Ordenamiento.

    La imagen de sus establecimientos comerciales, así como la variedad y calidad de sus ofertas, la convierten en una entidad competitiva y merecedora del reconocimiento de los clientes, donde las transformaciones de precios pudieron tener mayor aceptación, sin embargo, los incrementos excesivos crean dificultades para acceder a productos con alta demanda.

    Los entrevistados manifestaron particular preocupación por los precios de las mermeladas, que se incluyen entre los productos más demandados por las facilidades que ofrecen para el consumo en forma de postres, la elaboración de jugos y la repostería. Refirieron, además, la imposibilidad de frecuentar esta entidad como lo hacían antes, aunque carezcan de los alimentos y allí estén disponibles.

    Lisbet González Rodríguez, dependiente, se reconoce como testigo de repetidas inconformidades: “La insatisfacción de los clientes ha sido bastante, bastante ―reitera con toda intencionalidad― porque los productos no son asequibles a la mayoría de las personas, aunque hayan subido los salarios”.

    Aunque el Frutimorón mantiene la estabilidad, variedad y calidad en las ofertas, y no son muchas las opciones de compra en un municipio con más de 70 000 habitantes, las demandas han disminuido considerablemente y acarrean afectaciones en el proceso de comercialización.

    “Antes, el mercado estaba siempre lleno y se hacían extensas colas; ahora acuden muy pocos clientes, quienes asisten con menos frecuencia y compran pocos productos. Las ofertas se han mantenido estables, sin embargo, no todos tienen acceso a ellas porque los precios están muy altos. Esto conlleva a disminuciones en el proceso de comercialización”, subraya Magalis Prieto Pérez, jefa de colectivo del referido mercado.

    No existen productos ociosos, pero las ventas son muy lentas, sobre todo las de productos que antes tenían una demanda muy alta, como las barras de guayaba y las mermeladas. Los precios de la primera (en formato de 400 gramos) ascendieron de 8.80 hasta 33.00 pesos; mientras, las segundas también experimentaron un alza considerable, lo que ya generó una primera modificación de los costos, hasta fijarlo en 20.00 pesos el Kg, calificado como aceptable en las actuales circunstancias.

     

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    “Todavía se efectúan revisiones de los precios de las mermeladas y otros productos”, destacó Prieto Pérez.

    En un contexto en que la comunicación adquiere especial relevancia, la falta de argumentos en las estructuras de base limitan el diálogo franco y preciso con los clientes que solicitan explicaciones sobre las nuevas políticas de precios en la Empresa Agroindustrial D Cballos.

    De cualquier manera, el incremento de los costos de la guayaba, el azúcar, la electricidad…para las miniindustrias, no debe traducirse en un excesivo aumento de los precios en el mercado, aunque parece ser la vía más fácil de resolver el problema. No es algo propio de esta entidad, sin embargo, resulta lamentable su incidencia en este error, previsto y corregido en diferentes instancias, incluso antes de iniciar la Tarea Ordenamiento. 

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