La inclusión de fármacos de producción nacional en los protocolos de tratamiento a pacientes sospechosos y confirmados con la Covid-19, ha tenido un impacto favorable en la disminución de la gravedad y los fallecimientos como consecuencia de la enfermedad, aseguró el Doctor Pedro Luis Rodríguez Cabrera, miembro del Comité de Expertos del Hospital General Docente Roberto Rodríguez Fernández, de la provincia de Ciego de Ávila.
“Aunque existe una cifra considerable de enfermos, los pacientes que pasan al estado de gravedad se comportan por debajo de la media nacional, incluso el número de fallecidos ha sido mínimo en relación con otros territorios del país, como resultado de la aplicación de medicamentos que fortalecen el sistema inmunitario y permiten contrarrestar las inflamaciones sistémicas provocadas por el virus del SARS-CoV-2”, subrayó el también Especialista de II Grado en Pediatría.
El territorio avileño dispone de tres centros de asistencia médica destinados a pacientes sospechosos y confirmados con el nuevo coronavirus, donde se emplean fármacos pertenecientes a la familia de los interferones, los cuales incrementan la capacidad de respuesta de los pacientes; y otros como el Itolizumab y la Jusvinza, efectivos para combatir las inflamaciones sistémicas que conllevan al estado de gravedad y al fallecimiento.
“Estos medicamentos son suministrados a los pacientes en correspondencia con las manifestaciones de la enfermedad. Antes de tener síntomas de inflamación sistémica se aplica fundamentalmente la Caletra y los interferones. Si se evidencian procesos inflamatorios, demostrados por exámenes clínicos y radiológicos, el tratamiento sufre variaciones: se retiran los interferones y comenzamos a los medicamentos básicos, la Jusvinza, que es un péptido inmunomodulador, obtenido en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB); y el Itolizumab, un anticuerpo monoclonal anti-CD6, desarrollado por el Centro de Inmunología Molecular.
“Hasta el momento, los resultados han sido buenos, al apreciarse una adecuada respuesta en los pacientes”, explicó el Doctor Rolando Torrecilla Díaz, miembro del Comité de Expertos del referido hospital y Especialista de II Grado en Medicina Interna y Medicina Intensiva y Emergencia.
La disponibilidad de estos fármacos, gracias al desarrollo de la Industria Biofarmacéutica cubana, ha posibilitado además la realización de intervenciones terapéuticas para proteger al personal que labora en el hospital moronense.
“Inicialmente, con la administración del Nasalferón (de la familia de los interferones) y, en la actualidad, mediante la aplicación de la Biomodulina-T a trabajadores con 60 años o más, y a quienes padecen enfermedades que constituyen un riesgo”, enfatizó el Doctor Rodríguez Cabrera.
Según un artículo publicado por la revista Anales de la Academia de Ciencias de Cuba, “la pandemia del nuevo coronavirus ha desafiado la capacidad de respuesta de los sistemas de salud en la mayoría de los países. La estrategia de Cuba ha sido recientemente analizada en un artículo publicado por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y el Profesor Jorge Núñez Jover.
“Un componente de esta estrategia lo constituye la industria biofarmacéutica cubana. Se garantizó la cobertura de medicamentos del protocolo establecido por el MINSAP. Varios productos en fase de desarrollo fueron rápidamente reposicionados para la utilización en la Covid-19.
“Biofármacos como Nasalferón, Biomodulina-T y Hebertrans han sido utilizados para prevenir la infección por el virus SARS-CoV-2 en grupos de riesgo; Heberon y Heberferon fueron administrados como tratamientos antivirales, mientras que Jusvinza e Itolizumab se usaron para detener la reacción hiperinflamatoria. Los productos de biotecnología han contribuido a la disminución de los pacientes graves y críticos, y a la reducción de la mortalidad, aproximadamente 10 veces inferior a la tasa mundial.