El Programa Nacional de Conservación y Mejoramiento de Suelos beneficia a la provincia de Ciego de Ávila, donde se reduce la degradación en más de 39 mil hectáreas, según reporte del Instituto Provincial de Suelos (IPS), perteneciente a la Delegación del Ministerio de la Agricultura (MINAG).
La asignación de más de 12 millones 800 mil pesos en el último quinquenio ha permitido generalizar los polígonos de conservación y mejoramiento de suelos, aguas y bosques, hasta sumar 16 al cierre del año 2020, seis de estos asociados al cumplimiento del Plan del Estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático (Tarea Vida).
Las evaluaciones realizadas en los polígonos indican mayores rendimientos productivos en la agricultura, aumento del índice de boscosidad al plantarse especies maderables y frutales, e incrementos en las zanjas de infiltración, el intercalamiento de cultivos y la siembra de cobertura.
La producción y el empleo de abonos orgánicos (25 420 toneladas de humus de lombriz, 81 150 de compost y 4 080 kilogramos de biofertilizantes), posibilitaron disminuir la contaminación de los suelos, según trascendió en conferencia de prensa de la Delegación Provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
De acuerdo con una información publicada, recientemente, en el Portal del Ciudadano Avileño, la provincia muestra una tendencia creciente en el empleo de prácticas agroecológicas en el último quinquenio, con resultados positivos en el control de plagas y la protección del medio ambiente.
“El aumento en la producción de bioplaguicidas (entomopatógenos y entomófagos) suple el déficit de productos químicos existente en el país, responde a las condiciones climáticas imperantes y coadyuva a mantener el equilibrio ecológico en los campos”, precisó el propio sitio web.
El ingeniero Raúl Hernández Martínez, especialista de Control Biológico de la Dirección Provincial de Sanidad Vegetal, subrayó que los bioplaguicidas son utilizados en todas las bases productivas del territorio, incluidas empresas como La Cuba, Arnaldo Ramírez y El Mambí y la Agroindustrial D’Cballos, que tributan al balance nacional.
“Su empleo ha tenido un impacto favorable al lograr un 65% de efectividad en el control y la regulación de plagas que provocan afectaciones en cultivos de granos, viandas, frutas, vegetales, hortalizas, tabaco y caña de azúcar, principalmente”, destacó Hernández Martínez.
El territorio avileño dispone de 11 centros de reproducción de entomopatógenos y entomófagos (CREE), distribuidos en ocho de los diez municipios de la provincia, con 11 líneas de producción de bacterias, hongos, virus e insectos benéficos que intervienen en el control y la regulación de las plagas en las plantaciones.